Comunidad

Ordenar por

  • Seleccionado

  • Más reciente

Formato

  • Narrativa

  • Obra de arte

Yo estaba...

La persona que me hizo daño era un...

Me identifico como...

Mi orientación sexual es...

Me identifico como...

Yo era...

Cuando esto ocurrió, también experimenté...

Bienvenido a Our Wave.

Este es un espacio donde sobrevivientes de trauma y abuso comparten sus historias junto a aliados que los apoyan. Estas historias nos recuerdan que existe esperanza incluso en tiempos difíciles. Nunca estás solo en tu experiencia. La sanación es posible para todos.

¿Cuál cree que es el lugar adecuado para empezar hoy?

“He aprendido a abundar en la alegría de las cosas pequeñas... y de Dios, la bondad de las personas. Desconocidos, maestros, amigos. A veces no lo parece, pero hay bondad en el mundo, y eso también me da esperanza”.

Mensaje de Sanación
De un sobreviviente
🇨🇴

poder seguir adelante y pasar un poco la pagina

  • Informar

  • Historia
    De un sobreviviente
    🇨🇴

    No tengo recuerdos claros y siento mucha culpa

    Mi historia es un poco larga. Cuando tenía 15 años o 16 años, vino a mi mente el recuerdo de cosas que habían ocurrido cuando yo tenía entre 4 y 5 años. Dos tíos abusaron de mí. Los recuerdos sobre esto nunca han sido claros y ahora, muchos años después, todo se ha vuelto más lejano y confuso y he dudado varias veces de mí misma y de mi historia. Hay otras cosas que pasaron en mi infancia que sí recuerdo con más claridad: cuando tenía entre 7 y 8 años, vi a mis papás teniendo relaciones sexuales a mi lado (esa noche me había pasado a dormir con ellos en su cama). Tiempo después, se repitió la situación, pero con mi padrastro y mi mamá. También cuando tenía entre 7 y 8 años, estaba revisando unos CD'S en el DVD que había en la casa para marcarlos según el género musical o según la película que fuera. Uno de los CD'S, era una película porno. Como casi siempre, me encontraba sola en mi casa, entonces la vi completa. No recuerdo si me masturbé. Sé que desde muy niña me frotaba con peluches, muñecas y otros objetos, aunque sin mucha conciencia de lo que hacía, pero estaba presente el miedo a ser vista. Hay algo que me atormenta en este momento: cuando tenía 6 o 7 años, mi prima (ella un año mayor) y yo jugábamos a imitar algunas posiciones de un libro de kamasutra que había en su casa. También tengo leves recuerdos de una vez que, mientras nos bañábamos, frotamos nuestras partes íntimas. No sé si esto se dio en el marco de una curiosidad bilateral y por el contenido del libro al que habíamos estado expuestas o si fui yo quien generó la situación y la persuadió a ella de hacerlo o si la manipulé. No recuerdo que haya sido así, pero me da miedo que sí. ¿Y si imité lo que hacía mis tíos conmigo o lo que vi en contenido al que estuve expuesta? Siento miedo, culpa y vergüenza. Además, hace medio año, recordé que cuando tenía 10 años y cargué a mi hermanita en mi piernas (que estaba como de un mes), sentí un estímulo placentero en mi zona íntima por el contacto. Cuando esta imagen vino a mí (tampoco fue clara, como mis otros recuerdos) sentí culpa, pero no escaló a más porque entendí que fue una reacción física y nada más. Pero luego no podía dejar de pensar en ello y me cuestionaba si había prologando o intensificado el contacto y sentí muchísima culpa, asco y vergüenza. Fue tan fuerte, que tuve un episodio de TOC y siento que aún no he podido salir de ahí, porque ahora me inundan las dudas sobre lo sucedido con mi prima.

  • Informar

  • Historia
    De un sobreviviente
    🇨🇦

    Name, solo tenía 6 años

    Tenía alrededor de 6 años, cierro los ojos y es cómo si volviera a vivir en carne propia el recuerdo, me acuerdo del ruido de la televisión, el olor del desayuno que estaba comiendo, yo solo estaba viendo caricaturas. El, un hombre de alrededor 50 años me cargó y me acomodó en sus piernas, y deslizó su mano por debajo de mis panties, TENÍA 6 AÑOS y ahí empezó mi historia de abusó sexual, una historia que me hubiese gustado no tener que experimentar. Yo hablé ya que mi mamá siempre me había enseñado a que nadie podía tocar mis partes pero en ese entonces mi mamá no tenía los recursos, vivíamos en casa de una prima (la hija de mi abusador) y nadie me creyó, dijeron que era mi imaginación. Otros sucesos pasaron cometidos por la misma persona, me arrebató mi inocencia y me rompió en pedacitos… pese a que yo hablé la primera vez, las otras veces me quedé callada porque nadie me creyó, nadie me protegió y nadie me escuchó más que mi mamá pero en ese entonces ella estaba luchando con un problema de alcoholismo y toda la familia nos dio la espalda. Después de un tiempo dejé de ver a mi abusador pero a los 8 años me volvió a pasar pero esta vez por el esposo de mi tía (la hermana de mi mamá) ellos han sido casados desde que mi tía tiene 16 años hasta el presente. Fuimos de visita a casa de mi tía, era diciembre entonces mi mamá salió con mi tía a comprar cosas para la navidad, yo, mi hermano y mi primo (hijo de mi tía) nos quedamos al cuidado del esposo de mi tía, el en ese entonces era oficial de la policía. Yo estaba jugando con mi primo y mi hermano cuando él me llamó, él estaba sentado en la mesedora viendo las noticias cuando me sentó en sus piernas y yo inmediatamente me paralice puesto que la última vez que alguien me sentó en sus piernas me manoseo, esta vez fue diferente, solo me acaricio las piernas y yo solo sentí cómo algo duro me rozaba mis glúteos, me paralicé y no sabía que hacer, hasta que tuve la fuerza y me bajé. Nunca hablé de mi segundo abusador y nunca lo he hecho, yo ya no vivo en Colombia pero cuando voy me toca actuar cómo si nada aunque por dentro sienta tantas cosas. Por mucho tiempo reprimí todo lo que me pasó, siempre decía que no me afectó y ahora a mis 22 años me está atormentando. Estoy comprometida con el amor de mi vida, siento que ha sido un regalo que Dios y la vida me dio después de tanto tormento pero hay veces que cuando vamos a tener intimidad y me toca siento una rabia en mi, ese tipo de rabia que te dan ganas de pegarle un puño en la cara a esa persona, y no lo entiendo, el no me ha hecho nada? El solo me ha ayudado y me ha tratado con amor y me ha demostrado lo mucho que me respeta y me ama, siempre quise evadir el tema y reprimirlo, no hablar de ello y pretender cómo que no me afectó pero ya llegué a un punto donde me dan unos ataques de ira que ni yo me reconozco, donde termino lastimándome a mí misma o sacando esa ira en mi prometido, hace unas noches por fin en medio de una ataque de ira donde terminé azotandome la cabeza en la pared solo repetía “no me deja en paz, me persigue, sácalo de mi cabeza” estaba en un estado de crisis y mi prometido solo pudo sujetarme en sus brazos mientras me preguntaba quién me perseguía y fue la primera vez que dije su nombre en voz alta, “Name, el hombre que me violo y me robo mi inocencia no sale de mi cabeza” no podía hablar, las lágrimas y gritos de desesperación eran más que las palabras, en ese momento me di cuenta que no importa cuánto allá crecido aquella niña de 6 años sigue dentro de mi, está enojada, está triste y rota. Mi pareja es abogado entonces el fue quien me habló sobre me too movement, me dijo que me hiciera justicia y lo denunciara pero que si no me sentía lista por miedo que navegara las opciones que me too ofrece y que quizá empezara por contar mi historia, por unos días habría la página y solo me quedaba paralizada, pero hoy me anime, ya no merezco ser prisionera de un dolor que no fue mi culpa aunque por mucho tiempo he sentido que lo es, me siento perdida y no quiero que mi pasado defina mi presente, la vida me está dando oportunidades bonitas pero mi abusó sexual no me deja avanzar, cómo me saco esta rabia que siento por dentro? Porque me volví un ser tan agrio y amargo, porque me enojo por todo? Porque no puedo disfrutar la intimidad con mi pareja si es delicado conmigo? Parece que entre más delicado es más rabia siento por dentro. Me siento muy sola y perdida. Quiero este dolor fuera de mi

  • Informar

  • Mensaje de Sanación
    De un sobreviviente
    🇺🇸

    Será necesario hacer un cambio pronto.

  • Informar

  • “La curación es diferente para cada persona, pero para mí se trata de escucharme a mí misma... Me aseguro de tomarme un tiempo cada semana para ponerme a mí en primer lugar y practicar el autocuidado”.

    Mensaje de Esperanza
    De un sobreviviente
    🇺🇸

    Siempre existe la opción de irse o quedarse.

  • Informar

  • Todos tenemos la capacidad de ser aliados y apoyar a los sobrevivientes en nuestras vidas.

    Mensaje de la Comunidad
    🇺🇸

    El trastorno de estrés postraumático (TEPT) se desarrolló en la escuela secundaria.

  • Informar

  • Historia
    De un sobreviviente
    🇮🇪

    Mi papá - Mi héroe, mi ídolo, mi abusador.......

    Como hija única, no tenía a nadie a quien admirar. Pero siempre admiré a mi papá. Aunque nunca estaba presente por trabajo (aunque mamá trabajaba más que él y aun así encontraba mucho tiempo para mí), lo idolatraba. Era mi héroe. Siempre decía: «Los papás lo saben todo, recuérdalo», así que mentirle (incluso mentiras piadosas) no tenía sentido. Sin embargo, cuando cumplí 13 años, empecé a darme cuenta de que sí lo sabía todo. Sabía de qué hablábamos mis amigos y yo, sabía exactamente dónde estaba y con quién estaba sin siquiera tener que preguntarme, y yo siempre me preguntaba por qué. En realidad, tenía mi teléfono rastreado y podía leer todos mis mensajes. Ahora que he pasado por los tribunales y él ha sido encarcelado por los abusos que me infligió, puedo confirmar que, de hecho, me estaba manipulando sexualmente desde los 13 años. Aproximadamente un mes después de mi 18.º cumpleaños, comenzó el horrible abuso que sufrí durante 7 años y medio. Mi padre, disfrazado de desconocido durante los dos primeros años, me chantajeó para que tuviera relaciones sexuales con hombres desconocidos en nuestra casa, el único lugar donde debería haberme sentido segura. Cuando finalmente me di cuenta de que era él, no podría explicar cómo la situación se convirtió en abuso y violación sin control. Nos anunciaba como pareja en sitios de encuentros casuales y, para evitar las palizas, yo le seguía la corriente. Temía tanto por mi vida que las violaciones y agresiones sexuales interminables eran más fáciles —imagínate que fuera la opción más fácil—, hasta que te metes en una situación así, simplemente no sabes cómo vas a reaccionar. Dejé de salir, dejé mis aficiones y, mientras estaba en la universidad, dejé mi trabajo a tiempo parcial: él controlaba cada aspecto de mi vida. Y si dejo que mi máscara de "todo es color de rosa" se caiga, aunque sea por un segundo, sobre todo delante de mi madre, pues no aguanto ni pensarlo. Por suerte para mí, en cuanto mi madre se enteró, desapareció de mi vida en 30 minutos. Por desgracia, después de eso siguió acosando y abusando de otras. Fue condenado y actualmente cumple condena, pero aún le temo.

  • Informar

  • “Para mí, sanar significa que todas estas cosas que sucedieron no tienen por qué definirme”.

    Historia
    De un sobreviviente
    🇮🇪

    Atrapado en el baño durante 40 años

    Atrapado en el baño. Es posible ser amado. Cuando pasé siglos diciéndole a mi mamá y papá que estaría bien viajar a ciudad para un concierto, pensé que era adulto y espabilado. En realidad, era un joven ingenuo; mis padres accedieron a regañadientes siempre y cuando nos quedáramos con el tío de mi amigo; esto significaría que no tendríamos que viajar de regreso tarde. El concierto fue fantástico; volvimos a su piso y los demás se fueron a la cama. Me quedé despierto charlando con nombre; después de una media hora, comenzó a preguntarme si era virgen y a enseñarme revistas pornográficas. Intenté escaparme e irme a la cama; luego me atacó y me violó. Me encerré en el baño y esperé, pero seguía agitado; quería que durmiera en su cama. No tenía ni idea de que un hombre pudiera hacerle lo que le hizo a otro hombre. Dos semanas después volví a quedarme después de un partido de fútbol; esta vez intenté persuadir a mis padres de que no debía ir, pero no querían que la entrada se desperdiciara; me atacó y me violó de nuevo; finalmente logré encerrarme en el baño. Mentalmente me quedé en ese baño durante los siguientes 40 años, sin decir nada, sin pedir apoyo, 3 matrimonios fallidos, problemas con la bebida, dificultades para ser un buen padre. La primera persona a la que se lo conté después de 40 años fue a mi exesposa, y su respuesta fue: "No puedo amarte, me has violado al mantener esto en secreto". Esto fue devastador y me llevó a un declive a un lugar muy oscuro. Ahora, con el apoyo de mis hijos, mi nueva pareja, un fantástico psiquiatra y un terapeuta de organización de apoyo, me siento mejor y creo que puedo ser amado. Nunca es demasiado tarde para comenzar a sanar.

  • Informar

  • Historia
    De un sobreviviente
    🇺🇸

    SER NIÑA NO ES JUSTO

    Ser chica no es justo. Soy una mujer de 32 años que sufrió más de una vez de joven. Fue el primer abuso el que me llevó a los demás. A los doce años quería ganar dinero. Mis padres no creían en la paga por hacer las tareas del hogar. No podía trabajar legalmente hasta los catorce, a menos que fuera repartidor de periódicos y me levantara antes del amanecer. Mi tío, hermano de mi padre, me contrató para trabajar en su taller de reparación de electrodomésticos. Era el único que conocíamos que tenía un negocio. Poco después de empezar, parte del trabajo consistía en dejar que me diera masajes. Me abusaba un poco más cada vez, hasta que me rozaba las partes íntimas con la boca. Se masturbaba mientras lo hacía. Lo dejé hacer esto durante semanas mientras me transformaba y me distorsionaba. Luego me obligó a rozarlo con la boca. Lo hice UNA vez. Vomité después. Lo denuncié a mis padres. Fueron cariñosos y comprensivos, y estaban enojados con él. Pero no lo suficiente como para hacer otra cosa que dejarme dejar de trabajar allí. Se disculpó conmigo en la cocina con mis padres allí. Yo flotando a la deriva en lava mientras los dioses decidían mi destino. Apenas lo recuerdo. Se quedó en nuestras vidas casi sin cambios. Volví a la normalidad. En la superficie. Pero no era la misma y le temí más a las cosas. La oscuridad, estar sola, el silencio. En los años siguientes, me tonteé con chicos de maneras que tal vez no lo hubiera hecho. Puede que no fuera ese tipo de chica, pero me sentí obligada. Tenía quince años cuando tuve un novio de mi edad con el que tenía sexo en secreto casi a diario. Lo amaba. Me dejó. Más problemas. Diecisiete años. Estudiante de último año de secundaria. Cabello teñido con mechas azules hasta el trasero. Emo. Delgada. Pecho plano. Para entonces ya estaba bebiendo y fumando. Pero no ESA NOCHE. Salí de un concierto de Pink al que había ido con mi prima y sus amigas. Algo me molestó y me fui. De noche. Una parte de la ciudad que no conozco. Sin planes. Tal vez vuelva al concierto después de ordenar mis ideas. Al pasar por un centro comercial, un grupo de cuatro tipos salió de su sitio, sin saber qué era. Había visto que dos de ellos eran negros. Me asusté. Lo siento. Me apresuré y giré a la derecha. Ellos también. Era como un callejón detrás del centro comercial, con un muro enorme a un lado. Puertas traseras de negocios, contenedores de basura, algunos coches. Mal iluminado. Quizás podría haber seguido caminando y no habría problema, pero estaba oscuro al otro lado y parecía muy lejano. Los tipos hablaban y reían detrás de mí. Me entró el pánico de que me violaran, me hicieran daño o me mataran. Creo que oí a uno decir "buen culo" entre parloteos. Un ataque de pánico. Creo que intentaba salvar mi vida. ¿Un ataque preventivo? Me detuve, me giré y dije: "Pueden cogerme si quieren". Recuerdo la pausa mientras algunos se detenían, pero uno seguía acercándose. Se reían, quizá nerviosos. El que seguía acercándose me abrazó y se pegó a mí. Olvidé lo que dijo, pero me atrajo hacia sí, frotándose contra mí. Me llevaron a una zona oscura a un lado, entre dos edificios. Le hice sexo oral al primero y al otro, negro, pero no del todo. Un espectáculo para ellos. Riendo. Empujándose mutuamente cuando se ponían demasiado ruidosos. Lo intenté, pero se pusieron rudos y me dieron muchas arcadas. Quítate la ropa. Chaqueta, camiseta de tirantes, vaqueros, bragas. De espaldas. Asfalto. Piernas abiertas. Intentando mantenerme encima de la ropa para no cortarme ni rasparme. Los cuatro se turnaron. Con el primero era un espectáculo que veían. Con el resto estaban volteados, hablando entre ellos, intentando bloquearme de la vista. Creo que alguien pasó, pero no estoy seguro. Alcohol y aliento a cigarrillo. Chicos probablemente de treinta y tantos. Amigos divirtiéndose. Chicos siendo chicos. Simplemente bombeando dentro de mí. Diciéndome que estoy apretada. Mi cuerpo como un recipiente. Piernas abiertas. Sin resistencia. Mis brazos alrededor de ellos. Contacto visual que no recuerdo. Siempre miraba a mi novio a los ojos. Siempre miro a los ojos durante el concierto, buscando una conexión. Veía sus ojos pero no sus caras. Solo me usaban para la fricción. Rápido y bájalo. Excepto por el penúltimo. Quería hablar. Le dije mi nombre. Le conté sobre el concierto. Le dije que me gustaba estar arriba porque me lo pidió. Recuerdo su cara. El único que era blanco. Nariz torcida. Orejas de coliflor. Ojos azules. Una sensación de prisa de los demás. Se difumina en el último en mi mente. ¿El árabe/persa? "Muchas gracias." Sé que dijo uno de ellos. Me dieron las gracias mientras me vestía rápidamente y seguían caminando en la dirección en la que habían ido antes. Para cuando volví a salir, se habían ido. Regresé por donde había venido. Regresé al concierto y pasé todo el tiempo buscando a mi primo. Dolorido y goteando. La espalda arañada. Me sentí asquerosa. Empecé a llorar, pero paré cuando llamé demasiado la atención. Los encontré. La última canción fue "Get the Party Started". Salimos juntos. Los que no conducían bebieron vino, pero a mí no me permitieron beber porque era demasiado joven. No se lo dije a nadie. Le dije a mi madre que estaba bien. Enseguida me hice novia de un chico que tenía una taquilla cerca de la mía y que había sido insistente, pero yo siempre lo había rechazado. Era alto y no pasaba de "normal". No quería estar sola. Él se enamoró. Yo no. El baile de graduación y todo eso. Rompí con él la última semana de clases. De todas formas, se iba a la universidad. No quería ir con él. Le fui infiel porque necesitaba más sexo del que él me podía dar. Luego llegaron los días de ser pasada de mano en mano. Fui a la universidad comunitaria y salí con mi compañero de laboratorio de química, su hermano me violó en la ducha y me convertí en su novia. Me metió en el alcoholismo, las drogas de fiesta, la escena de los clubes y dejé los estudios. Era una princesa de la música electrónica, el metal y el trance y tenía muchísimos "amigos" en la escena que me conocían como Zafiro. Zafiro era ninfómana. A la gente le encantaba eso de mí. Algunos buenos, otros malos. Polvos rápidos en lugares oscuros de los clubes. Entre bastidores. Trastiendas. Autos. Secretos. Despertamos en camas diferentes. Mi novio me "entregó" a su camello y viví con él hasta que un hombre mayor me convenció de escaparme con él a Ubicación. Él tenía 39 años (40 por un mes) cuando yo tenía 20 y vivimos juntos durante más de un año. Era una relación muy sexual, pero él se preocupaba por mí. Su casa estaba a un paseo de la playa y me encantaba. Era más saludable. Empecé clases de CC de nuevo y obtuve mi AA. Me ayudó con mis ataques de pánico y le oculté mi depresión. Mis padres lo conocieron y finalmente lo aceptaron. Hablamos de matrimonio. Pero él estaba fuera todo el día entre semana, yo no tenía trabajo y tenía una segunda vida para alimentar mi gran vacío que había comenzado después de que mi tío me usara. Además, le gustaba jugar a ser mi padre. Solo una de sus manías. Lo peor es que, igual que lo del contacto visual, decir "Que me jodan, papi" se convirtió en algo que hago automáticamente. Le fui infiel muchas veces cuando estaba con chicos de la playa a los que apenas conocía de nuestras escapadas de fin de semana. También con chicas. Me enamoré de un surfista y quise tener un hijo suyo e incluso dejé los anticonceptivos. Todo acabó mal y volví a casa de mis padres. Finalmente me diagnosticaron depresión maníaca y hablé con mi madre sobre todos los encuentros sexuales y abusos, y empecé a ir a un grupo. Cinco años después de ESA NOCHE, mi madre fue la primera persona a la que le conté sobre los cuatro chicos después del concierto. Aquello todavía me destroza la vida, el amor y el quererme a mí misma. Me pregunto si los chicos buenos no quieren estar conmigo porque tengo los pechos pequeños. Tomo medicación y soy funcional.

    Estimado lector, la siguiente historia contiene lenguaje homofóbico, racista, sexista o despectivo que puede resultar molesto y ofensivo.

  • Informar

  • Mensaje de la Comunidad
    🇺🇸

    No tengas miedo de hablar, no significa que seas débil, significa que eres un sobreviviente.

  • Informar

  • “Realmente espero que compartir mi historia ayude a otros de una manera u otra y ciertamente puedo decir que me ayudará a ser más abierta con mi historia”.

    Mensaje de Esperanza
    De un sobreviviente
    🇿🇦

    A cualquiera que esté luchando contra la adicción, la ansiedad o la depresión, quiero que sepa que hay esperanza. He pasado por los días más oscuros, donde sentía que el peso del mundo me aplastaba; donde cada paso era una batalla y cada respiración una lucha por mantenerme a flote. Pero estoy aquí para decirles que no tiene por qué ser así para siempre. He luchado con ahínco, durante muchos años, contra adicciones y problemas de salud mental que parecían insuperables. A menudo sentía que nunca escaparía de las garras de esos demonios. Pero en esa lucha, descubrí algo que lo cambió todo: la terapia psicodélica y la medicina vegetal. No fue una solución rápida ni una píldora mágica, pero me dio el espacio para afrontar mi dolor, comprenderlo y sanar de maneras que nunca creí posibles. El proceso de sanación fue complicado e imperfecto, pero me ayudó a reconectar conmigo misma profundamente. Me dio la oportunidad de liberarme de los ciclos que creía inquebrantables. Me permitió ver el mundo y a mí misma con nuevos ojos: una sensación de paz y claridad que no había experimentado en años. El camino no fue fácil, y sigue sin serlo, pero he aprendido que la sanación no es lineal. Hay contratiempos, sí, pero cada día es un paso adelante, y cada pequeño progreso cuenta. Para quien lea esto: No te definen tus dificultades. No estás rota. Hay mucho poder en ti, incluso cuando no puedes verlo. Está bien buscar ayuda. Está bien pedir apoyo. Está bien sentirse insegura. Pero créeme cuando te digo que la sanación es posible. Puede que no sea como lo esperas, y puede que lleve tiempo, pero vale la pena luchar por tu vida. Y eres capaz de encontrar tu camino a través de la oscuridad, como yo lo hice. Nunca te rindas. Hay luz al final del túnel, y no importa cuánto tiempo tardes, llegarás. Sigue adelante. Tú puedes.

  • Informar

  • Mensaje de Sanación
    De un sobreviviente
    🇸🇬

    La sanación es olvidarme de esto y seguir adelante ya que me va a dar mucha desconfianza en los hombres.

  • Informar

  • “No estás roto; no eres repugnante ni indigno; no eres indigno de ser amado; eres maravilloso, fuerte y digno”.

    Historia
    De un sobreviviente
    🇺🇸

    Tienen razón cuando dicen: "el cuerpo lleva la cuenta".

    Mi cuerpo recuerda. Hace seis años, mi hermana mayor me confesó que un familiar la había abusado sexualmente. Desde entonces, me sentí descontrolada y sin cuerpo. Lloraba casi a diario. Tenía ataques de pánico que duraban horas. Me aislé cada vez más y me deprimí cada vez más. Ya no era la misma persona y no entendía por qué. Una amiga me sugirió amablemente que buscara terapia profesional. La terapia no era nueva para mí y ya tenía algo de experiencia de niña y de joven. Pero creo que malinterpreté su propósito. Pensé que la terapia podría finalmente responder a la pregunta que me atormentó toda la vida: ¿qué me pasa? Si lográbamos averiguarlo, mi terapeuta podría curarme. No me di cuenta de que la terapia realmente me ayudaría a descartar esa pregunta y a plantearme una nueva: ¿qué me pasó? Me sentía confundida e incluso avergonzada de que, aunque no tuviera un recuerdo cognitivo de haber sido abusada, mi cuerpo parecía gritarme que algo había sucedido. Creo que cuando mi hermana compartió su experiencia, estas señales en mi cuerpo empezaron a despertar de su letargo. A medida que empecé a procesar todo esto en terapia, las cosas empezaron a tener sentido. Empecé a formar un vocabulario para mis experiencias, como la vergüenza, la adicción, el trauma y la memoria somática. El otoño pasado, empecé a ver a una nueva terapeuta que cambió el rumbo de mi sanación. Cuando le dije que creo que sufrí abuso sexual de niña, me creyó. A diferencia de mis otras terapeutas, no se puso a despotricar sobre cómo los "recuerdos reprimidos" son un mito. No me dijo que "no me preocupara" porque nunca sabríamos qué me había pasado. Mi terapeuta escuchó y reafirmó mis experiencias. Gracias a esto, gané confianza y he compartido con ella cosas que nunca le había contado a nadie. En lugar de decir "nunca lo sabremos, así que sigamos adelante", dice: "Quizás nunca lo sepamos realmente, pero basándome en mi experiencia y en la tuya, es muy probable que te haya pasado algo, así que sigamos hablando de ello". Sentí un peso sofocante al darme cuenta de que alguien me creía. Mi cuerpo ha empezado a sanar de años de ansiedad y depresión severas. He empezado terapia pélvica, algo que pensé que nunca haría por miedo. Estoy más conectada y soy más auténtica con mis amigos que nunca. He empezado a recuperar la sobriedad de las conductas adictivas. Incluso he empezado a recuperar algunos recuerdos de la infancia. Uno de los momentos más cruciales de mi recuperación hasta ahora ocurrió hace apenas unas semanas. Mi hermana y yo solo habíamos hablado de su abuso una vez más en los últimos seis años. Finalmente le dije: "Creo que a mí también me pasó algo". A pesar de todo el miedo y la vergüenza que me impedían decirle esas palabras, me creyó. Hablamos durante más de una hora sobre los comportamientos y patrones abusivos en mi familia. He tenido una relación muy difícil con mi familia; así que estrechar lazos con mi hermana es muy importante. Estoy muy agradecida de haber encontrado una amiga y aliada. Quizás nunca sepa qué me pasó de niña, pero estoy aprendiendo a confiar en mi cuerpo. Poco a poco estoy liberando el trauma que ha estado guardado allí durante tanto tiempo. Y por fin me siento segura de compartir mi historia: Hola, crecí con múltiples depredadores que abusaron de las mujeres de mi familia. Aunque no tengo memoria cognitiva, es muy probable que haya sufrido abuso sexual infantil. El trauma en mi cuerpo es un gran indicador de ese abuso y confío en mi cuerpo. Estoy haciendo todo lo posible por sanar y acabar con el abuso generacional en mi familia. Gracias por escuchar.

  • Informar

  • Historia
    De un sobreviviente
    🇺🇸

    Abejorro

    Estoy a salvo. Me estoy recuperando. Ojalá no tuviera que ser tan fuerte, tan resiliente. Pero me alegra que me haya moldeado en quien soy hoy. A los 16 años, empecé a trabajar como socorrista. Mi primer trabajo de verdad, el primer lugar donde me sentí independiente. Una mañana me desperté, fui a trabajar y mi vida cambió para siempre. Nombre me lo quitó. Un socorrista mayor, de unos 40 años, me agredió sexualmente todos los días después de eso cuando trabajamos juntos. Me dijo que estaba bien, que yo era genial. Me dijo que si no escuchaba, se lo haría a mis otros amigos y compañeros de trabajo. Me odiaba a mí misma. Lo odiaba a él. Odiaba a todos los que me veían pidiendo ayuda a gritos y no hacían nada. Me convertí en una adolescente con problemas de actitud. Casi 15 años después, por fin me estoy recuperando. Estoy en terapia y trabajando en amar a la persona que veo en el espejo y en conocerla. Quiero que la ansiedad desaparezca. Quiero que el trastorno alimentario desaparezca. Quiero que desaparezca el diálogo interno negativo. Quiero estar orgullosa de la mujer en la que me he convertido. No quiero que Nombre y lo que me hizo me persigan más. Quiero allanar el camino para que otros sepan que hay una luz al final del túnel oscuro. No dejar que nadie te quite las alas. Un abejorro se levanta cada día y elige volar aunque físicamente no debería poder hacerlo. Algún día quiero ser ese abejorro. O tal vez ya lo soy, y aún no me he dado cuenta.

  • Informar

  • Historia
    De un sobreviviente
    🇬🇧

    El alma sobre el silencio

    He vivido muchas batallas, algunas visibles y otras invisibles. El dolor crónico ha sido mi compañero constante, y junto con él vinieron experiencias de agresión, duelo, acoso y ser ignorada o atacada en el trabajo. Cada una de estas experiencias dejó cicatrices más profundas de lo que podía admitir en ese momento. Durante años, intenté contenerlo todo: la presión, el dolor, el silencio a través del alcohol y las drogas. Pero se acumuló hasta que no pude contenerlo más y me derrumbé. Mi episodio de salud mental fue aterrador, para mí y para quienes me rodeaban. Lo que lo ha hecho más difícil es la cultura en la que crecí. En las comunidades del sur de Asia, la salud mental a menudo se ignora, se estigmatiza o se considera una debilidad. En lugar de compasión, sentí vergüenza. En lugar de comprensión, cargué con la culpa. Creía que había decepcionado a las personas que más quería. Pero estoy aprendiendo que lo que sucedió no fue mi culpa. El trauma no es una elección. Los accidentes no son castigos. Son el cuerpo y la mente que claman por atención. Sigo aquí. Estoy aprendiendo a ver mi sensibilidad y supervivencia no como defectos, sino como prueba de resiliencia. Compartir mi historia forma parte de liberar la vergüenza y recuperar mi voz. Mi esperanza es que quienes han vivido el dolor y el silencio, especialmente en comunidades donde la salud mental está oculta, sepan que no están solos. Nuestras historias importan. Nuestra supervivencia importa.

  • Informar

  • “Puede resultar muy difícil pedir ayuda cuando estás pasando por un momento difícil. La recuperación es un gran peso que hay que soportar, pero no es necesario que lo lleves tú solo”.

    Mensaje de Esperanza
    De un sobreviviente
    🇮🇪

    Como todo, por muy doloroso que sea, esto también pasará y lograrás salir adelante.

  • Informar

  • Cada paso adelante, por pequeño que sea, sigue siendo un paso adelante. Tómate todo el tiempo que necesites para dar esos pasos.

    Historia
    De un sobreviviente
    🇺🇸

    Diez años de infierno

    A los 15 años, dos militares me prepararon y me prometieron ayudarme a ponerme en forma para incorporarme. Me encontré con uno, salimos a caminar para hablarlo y me violó en un bosque. Después, me tomó de la mano y regresó caminando. Me envió un mensaje amablemente diciéndome que quería ser su novia a los 16 y luego me amenazó para que no se lo dijera a nadie. Me sentí perdida y confundida. El segundo militar notó que me comunicaba de forma diferente y me preguntó qué me pasaba. Se lo conté y me preguntó si iba a hacer algo al respecto. Le dije que no porque no estaba segura de lo que había sucedido. Entonces me sugirió que me reuniera con él para hablar y, cuando lo hice, él también me violó, sabiendo que no iría a la policía. Durante nueve meses, el segundo me obligó a quedar con él para violarme repetidamente con amenazas y me hizo enviar videos y fotos hasta que lo trasladaron. Mientras esto sucedía, el primero también me amenazaba para que no me comunicara con él durante una misión en Afganistán. Lo reprimí durante diez años. Vi a varias personas que me maltrataban física y emocionalmente hasta que intenté suicidarme en 2019, diez años después del incidente. Tras una terapia intensa, mucho trabajo para ganar confianza y darme cuenta de que mi violación no me define, estoy aquí, en el trabajo de mis sueños, con el hombre de mis sueños. Solo recuerda que, por muy mal que llegue, por muy difícil que parezca, por mucha esperanza perdida, SIEMPRE hay un futuro mejor por delante.

    Estimado lector, esta historia contiene lenguaje autolesivo que puede resultar molesto o incomodo para algunos.

  • Informar

  • Mensaje de Sanación
    De un sobreviviente
    🇺🇸

    Sanar es, primero, aceptar las circunstancias horribles y dejar de intentar ser neutral al respecto, no causar problemas, y luego horrorizarse, sentirse devastado y llorar. Esto implica mucho llanto, depresión y sentimientos de inutilidad. Es importante aislarse de toda persona cruel y buscar a quienes brindan amabilidad, aceptación y comprensión. Este duelo es continuo, pero parte de la sanación es seguir adelante. No es un sofá donde tumbarse, sino un trampolín hacia una vida mejor, dándose cuenta de que PUEDE elegir, PUEDE seguir adelante. En algún momento, podrá compartimentar este horror, guardarlo en un cajón de su mente y continuar con cosas más felices. Sanar se convierte en consciencia, despertar y explorar las propias conductas que permitieron que el abuso permaneciera sin confrontación, sin defensa, negado y racionalizado. Ser "amable" está sobrevalorado, ya que permite que la maldad florezca. Nunca perderé mi empatía y comprensión hacia los demás, pero me doy cuenta de que puedo elegir a quienes la merecen y alejarme de quienes la han violado. No hay segundas oportunidades con personas irrespetuosas. Sanar es comprender que explicar mi experiencia nunca funcionará con un abusador o un narcisista, y que lo mejor y lo correcto es desentenderme, sin culpa ni dudas. Explicar mi experiencia a otras personas que han experimentado traición, deslealtad y abuso de confianza aporta mayor claridad a la sanación, no solo para mí. Espero que también sirva de validación a otras personas que han sido abatidas y están reconociendo su fuerza y bondad, y liberándose de las falsedades de los abusadores.

  • Informar

  • Bienvenido a Our Wave.

    Este es un espacio donde sobrevivientes de trauma y abuso comparten sus historias junto a aliados que los apoyan. Estas historias nos recuerdan que existe esperanza incluso en tiempos difíciles. Nunca estás solo en tu experiencia. La sanación es posible para todos.

    ¿Cuál cree que es el lugar adecuado para empezar hoy?
    Historia
    De un sobreviviente
    🇨🇴

    No tengo recuerdos claros y siento mucha culpa

    Mi historia es un poco larga. Cuando tenía 15 años o 16 años, vino a mi mente el recuerdo de cosas que habían ocurrido cuando yo tenía entre 4 y 5 años. Dos tíos abusaron de mí. Los recuerdos sobre esto nunca han sido claros y ahora, muchos años después, todo se ha vuelto más lejano y confuso y he dudado varias veces de mí misma y de mi historia. Hay otras cosas que pasaron en mi infancia que sí recuerdo con más claridad: cuando tenía entre 7 y 8 años, vi a mis papás teniendo relaciones sexuales a mi lado (esa noche me había pasado a dormir con ellos en su cama). Tiempo después, se repitió la situación, pero con mi padrastro y mi mamá. También cuando tenía entre 7 y 8 años, estaba revisando unos CD'S en el DVD que había en la casa para marcarlos según el género musical o según la película que fuera. Uno de los CD'S, era una película porno. Como casi siempre, me encontraba sola en mi casa, entonces la vi completa. No recuerdo si me masturbé. Sé que desde muy niña me frotaba con peluches, muñecas y otros objetos, aunque sin mucha conciencia de lo que hacía, pero estaba presente el miedo a ser vista. Hay algo que me atormenta en este momento: cuando tenía 6 o 7 años, mi prima (ella un año mayor) y yo jugábamos a imitar algunas posiciones de un libro de kamasutra que había en su casa. También tengo leves recuerdos de una vez que, mientras nos bañábamos, frotamos nuestras partes íntimas. No sé si esto se dio en el marco de una curiosidad bilateral y por el contenido del libro al que habíamos estado expuestas o si fui yo quien generó la situación y la persuadió a ella de hacerlo o si la manipulé. No recuerdo que haya sido así, pero me da miedo que sí. ¿Y si imité lo que hacía mis tíos conmigo o lo que vi en contenido al que estuve expuesta? Siento miedo, culpa y vergüenza. Además, hace medio año, recordé que cuando tenía 10 años y cargué a mi hermanita en mi piernas (que estaba como de un mes), sentí un estímulo placentero en mi zona íntima por el contacto. Cuando esta imagen vino a mí (tampoco fue clara, como mis otros recuerdos) sentí culpa, pero no escaló a más porque entendí que fue una reacción física y nada más. Pero luego no podía dejar de pensar en ello y me cuestionaba si había prologando o intensificado el contacto y sentí muchísima culpa, asco y vergüenza. Fue tan fuerte, que tuve un episodio de TOC y siento que aún no he podido salir de ahí, porque ahora me inundan las dudas sobre lo sucedido con mi prima.

  • Informar

  • Mensaje de Sanación
    De un sobreviviente
    🇺🇸

    Será necesario hacer un cambio pronto.

  • Informar

  • Mensaje de Esperanza
    De un sobreviviente
    🇺🇸

    Siempre existe la opción de irse o quedarse.

  • Informar

  • Mensaje de Sanación
    De un sobreviviente
    🇸🇬

    La sanación es olvidarme de esto y seguir adelante ya que me va a dar mucha desconfianza en los hombres.

  • Informar

  • Historia
    De un sobreviviente
    🇬🇧

    El alma sobre el silencio

    He vivido muchas batallas, algunas visibles y otras invisibles. El dolor crónico ha sido mi compañero constante, y junto con él vinieron experiencias de agresión, duelo, acoso y ser ignorada o atacada en el trabajo. Cada una de estas experiencias dejó cicatrices más profundas de lo que podía admitir en ese momento. Durante años, intenté contenerlo todo: la presión, el dolor, el silencio a través del alcohol y las drogas. Pero se acumuló hasta que no pude contenerlo más y me derrumbé. Mi episodio de salud mental fue aterrador, para mí y para quienes me rodeaban. Lo que lo ha hecho más difícil es la cultura en la que crecí. En las comunidades del sur de Asia, la salud mental a menudo se ignora, se estigmatiza o se considera una debilidad. En lugar de compasión, sentí vergüenza. En lugar de comprensión, cargué con la culpa. Creía que había decepcionado a las personas que más quería. Pero estoy aprendiendo que lo que sucedió no fue mi culpa. El trauma no es una elección. Los accidentes no son castigos. Son el cuerpo y la mente que claman por atención. Sigo aquí. Estoy aprendiendo a ver mi sensibilidad y supervivencia no como defectos, sino como prueba de resiliencia. Compartir mi historia forma parte de liberar la vergüenza y recuperar mi voz. Mi esperanza es que quienes han vivido el dolor y el silencio, especialmente en comunidades donde la salud mental está oculta, sepan que no están solos. Nuestras historias importan. Nuestra supervivencia importa.

  • Informar

  • Mensaje de Esperanza
    De un sobreviviente
    🇮🇪

    Como todo, por muy doloroso que sea, esto también pasará y lograrás salir adelante.

  • Informar

  • Mensaje de Sanación
    De un sobreviviente
    🇺🇸

    Sanar es, primero, aceptar las circunstancias horribles y dejar de intentar ser neutral al respecto, no causar problemas, y luego horrorizarse, sentirse devastado y llorar. Esto implica mucho llanto, depresión y sentimientos de inutilidad. Es importante aislarse de toda persona cruel y buscar a quienes brindan amabilidad, aceptación y comprensión. Este duelo es continuo, pero parte de la sanación es seguir adelante. No es un sofá donde tumbarse, sino un trampolín hacia una vida mejor, dándose cuenta de que PUEDE elegir, PUEDE seguir adelante. En algún momento, podrá compartimentar este horror, guardarlo en un cajón de su mente y continuar con cosas más felices. Sanar se convierte en consciencia, despertar y explorar las propias conductas que permitieron que el abuso permaneciera sin confrontación, sin defensa, negado y racionalizado. Ser "amable" está sobrevalorado, ya que permite que la maldad florezca. Nunca perderé mi empatía y comprensión hacia los demás, pero me doy cuenta de que puedo elegir a quienes la merecen y alejarme de quienes la han violado. No hay segundas oportunidades con personas irrespetuosas. Sanar es comprender que explicar mi experiencia nunca funcionará con un abusador o un narcisista, y que lo mejor y lo correcto es desentenderme, sin culpa ni dudas. Explicar mi experiencia a otras personas que han experimentado traición, deslealtad y abuso de confianza aporta mayor claridad a la sanación, no solo para mí. Espero que también sirva de validación a otras personas que han sido abatidas y están reconociendo su fuerza y bondad, y liberándose de las falsedades de los abusadores.

  • Informar

  • “He aprendido a abundar en la alegría de las cosas pequeñas... y de Dios, la bondad de las personas. Desconocidos, maestros, amigos. A veces no lo parece, pero hay bondad en el mundo, y eso también me da esperanza”.

    “La curación es diferente para cada persona, pero para mí se trata de escucharme a mí misma... Me aseguro de tomarme un tiempo cada semana para ponerme a mí en primer lugar y practicar el autocuidado”.

    Todos tenemos la capacidad de ser aliados y apoyar a los sobrevivientes en nuestras vidas.

    Mensaje de la Comunidad
    🇺🇸

    El trastorno de estrés postraumático (TEPT) se desarrolló en la escuela secundaria.

  • Informar

  • “Para mí, sanar significa que todas estas cosas que sucedieron no tienen por qué definirme”.

    Historia
    De un sobreviviente
    🇺🇸

    SER NIÑA NO ES JUSTO

    Ser chica no es justo. Soy una mujer de 32 años que sufrió más de una vez de joven. Fue el primer abuso el que me llevó a los demás. A los doce años quería ganar dinero. Mis padres no creían en la paga por hacer las tareas del hogar. No podía trabajar legalmente hasta los catorce, a menos que fuera repartidor de periódicos y me levantara antes del amanecer. Mi tío, hermano de mi padre, me contrató para trabajar en su taller de reparación de electrodomésticos. Era el único que conocíamos que tenía un negocio. Poco después de empezar, parte del trabajo consistía en dejar que me diera masajes. Me abusaba un poco más cada vez, hasta que me rozaba las partes íntimas con la boca. Se masturbaba mientras lo hacía. Lo dejé hacer esto durante semanas mientras me transformaba y me distorsionaba. Luego me obligó a rozarlo con la boca. Lo hice UNA vez. Vomité después. Lo denuncié a mis padres. Fueron cariñosos y comprensivos, y estaban enojados con él. Pero no lo suficiente como para hacer otra cosa que dejarme dejar de trabajar allí. Se disculpó conmigo en la cocina con mis padres allí. Yo flotando a la deriva en lava mientras los dioses decidían mi destino. Apenas lo recuerdo. Se quedó en nuestras vidas casi sin cambios. Volví a la normalidad. En la superficie. Pero no era la misma y le temí más a las cosas. La oscuridad, estar sola, el silencio. En los años siguientes, me tonteé con chicos de maneras que tal vez no lo hubiera hecho. Puede que no fuera ese tipo de chica, pero me sentí obligada. Tenía quince años cuando tuve un novio de mi edad con el que tenía sexo en secreto casi a diario. Lo amaba. Me dejó. Más problemas. Diecisiete años. Estudiante de último año de secundaria. Cabello teñido con mechas azules hasta el trasero. Emo. Delgada. Pecho plano. Para entonces ya estaba bebiendo y fumando. Pero no ESA NOCHE. Salí de un concierto de Pink al que había ido con mi prima y sus amigas. Algo me molestó y me fui. De noche. Una parte de la ciudad que no conozco. Sin planes. Tal vez vuelva al concierto después de ordenar mis ideas. Al pasar por un centro comercial, un grupo de cuatro tipos salió de su sitio, sin saber qué era. Había visto que dos de ellos eran negros. Me asusté. Lo siento. Me apresuré y giré a la derecha. Ellos también. Era como un callejón detrás del centro comercial, con un muro enorme a un lado. Puertas traseras de negocios, contenedores de basura, algunos coches. Mal iluminado. Quizás podría haber seguido caminando y no habría problema, pero estaba oscuro al otro lado y parecía muy lejano. Los tipos hablaban y reían detrás de mí. Me entró el pánico de que me violaran, me hicieran daño o me mataran. Creo que oí a uno decir "buen culo" entre parloteos. Un ataque de pánico. Creo que intentaba salvar mi vida. ¿Un ataque preventivo? Me detuve, me giré y dije: "Pueden cogerme si quieren". Recuerdo la pausa mientras algunos se detenían, pero uno seguía acercándose. Se reían, quizá nerviosos. El que seguía acercándose me abrazó y se pegó a mí. Olvidé lo que dijo, pero me atrajo hacia sí, frotándose contra mí. Me llevaron a una zona oscura a un lado, entre dos edificios. Le hice sexo oral al primero y al otro, negro, pero no del todo. Un espectáculo para ellos. Riendo. Empujándose mutuamente cuando se ponían demasiado ruidosos. Lo intenté, pero se pusieron rudos y me dieron muchas arcadas. Quítate la ropa. Chaqueta, camiseta de tirantes, vaqueros, bragas. De espaldas. Asfalto. Piernas abiertas. Intentando mantenerme encima de la ropa para no cortarme ni rasparme. Los cuatro se turnaron. Con el primero era un espectáculo que veían. Con el resto estaban volteados, hablando entre ellos, intentando bloquearme de la vista. Creo que alguien pasó, pero no estoy seguro. Alcohol y aliento a cigarrillo. Chicos probablemente de treinta y tantos. Amigos divirtiéndose. Chicos siendo chicos. Simplemente bombeando dentro de mí. Diciéndome que estoy apretada. Mi cuerpo como un recipiente. Piernas abiertas. Sin resistencia. Mis brazos alrededor de ellos. Contacto visual que no recuerdo. Siempre miraba a mi novio a los ojos. Siempre miro a los ojos durante el concierto, buscando una conexión. Veía sus ojos pero no sus caras. Solo me usaban para la fricción. Rápido y bájalo. Excepto por el penúltimo. Quería hablar. Le dije mi nombre. Le conté sobre el concierto. Le dije que me gustaba estar arriba porque me lo pidió. Recuerdo su cara. El único que era blanco. Nariz torcida. Orejas de coliflor. Ojos azules. Una sensación de prisa de los demás. Se difumina en el último en mi mente. ¿El árabe/persa? "Muchas gracias." Sé que dijo uno de ellos. Me dieron las gracias mientras me vestía rápidamente y seguían caminando en la dirección en la que habían ido antes. Para cuando volví a salir, se habían ido. Regresé por donde había venido. Regresé al concierto y pasé todo el tiempo buscando a mi primo. Dolorido y goteando. La espalda arañada. Me sentí asquerosa. Empecé a llorar, pero paré cuando llamé demasiado la atención. Los encontré. La última canción fue "Get the Party Started". Salimos juntos. Los que no conducían bebieron vino, pero a mí no me permitieron beber porque era demasiado joven. No se lo dije a nadie. Le dije a mi madre que estaba bien. Enseguida me hice novia de un chico que tenía una taquilla cerca de la mía y que había sido insistente, pero yo siempre lo había rechazado. Era alto y no pasaba de "normal". No quería estar sola. Él se enamoró. Yo no. El baile de graduación y todo eso. Rompí con él la última semana de clases. De todas formas, se iba a la universidad. No quería ir con él. Le fui infiel porque necesitaba más sexo del que él me podía dar. Luego llegaron los días de ser pasada de mano en mano. Fui a la universidad comunitaria y salí con mi compañero de laboratorio de química, su hermano me violó en la ducha y me convertí en su novia. Me metió en el alcoholismo, las drogas de fiesta, la escena de los clubes y dejé los estudios. Era una princesa de la música electrónica, el metal y el trance y tenía muchísimos "amigos" en la escena que me conocían como Zafiro. Zafiro era ninfómana. A la gente le encantaba eso de mí. Algunos buenos, otros malos. Polvos rápidos en lugares oscuros de los clubes. Entre bastidores. Trastiendas. Autos. Secretos. Despertamos en camas diferentes. Mi novio me "entregó" a su camello y viví con él hasta que un hombre mayor me convenció de escaparme con él a Ubicación. Él tenía 39 años (40 por un mes) cuando yo tenía 20 y vivimos juntos durante más de un año. Era una relación muy sexual, pero él se preocupaba por mí. Su casa estaba a un paseo de la playa y me encantaba. Era más saludable. Empecé clases de CC de nuevo y obtuve mi AA. Me ayudó con mis ataques de pánico y le oculté mi depresión. Mis padres lo conocieron y finalmente lo aceptaron. Hablamos de matrimonio. Pero él estaba fuera todo el día entre semana, yo no tenía trabajo y tenía una segunda vida para alimentar mi gran vacío que había comenzado después de que mi tío me usara. Además, le gustaba jugar a ser mi padre. Solo una de sus manías. Lo peor es que, igual que lo del contacto visual, decir "Que me jodan, papi" se convirtió en algo que hago automáticamente. Le fui infiel muchas veces cuando estaba con chicos de la playa a los que apenas conocía de nuestras escapadas de fin de semana. También con chicas. Me enamoré de un surfista y quise tener un hijo suyo e incluso dejé los anticonceptivos. Todo acabó mal y volví a casa de mis padres. Finalmente me diagnosticaron depresión maníaca y hablé con mi madre sobre todos los encuentros sexuales y abusos, y empecé a ir a un grupo. Cinco años después de ESA NOCHE, mi madre fue la primera persona a la que le conté sobre los cuatro chicos después del concierto. Aquello todavía me destroza la vida, el amor y el quererme a mí misma. Me pregunto si los chicos buenos no quieren estar conmigo porque tengo los pechos pequeños. Tomo medicación y soy funcional.

    Estimado lector, la siguiente historia contiene lenguaje homofóbico, racista, sexista o despectivo que puede resultar molesto y ofensivo.

  • Informar

  • “Realmente espero que compartir mi historia ayude a otros de una manera u otra y ciertamente puedo decir que me ayudará a ser más abierta con mi historia”.

    “No estás roto; no eres repugnante ni indigno; no eres indigno de ser amado; eres maravilloso, fuerte y digno”.

    Historia
    De un sobreviviente
    🇺🇸

    Abejorro

    Estoy a salvo. Me estoy recuperando. Ojalá no tuviera que ser tan fuerte, tan resiliente. Pero me alegra que me haya moldeado en quien soy hoy. A los 16 años, empecé a trabajar como socorrista. Mi primer trabajo de verdad, el primer lugar donde me sentí independiente. Una mañana me desperté, fui a trabajar y mi vida cambió para siempre. Nombre me lo quitó. Un socorrista mayor, de unos 40 años, me agredió sexualmente todos los días después de eso cuando trabajamos juntos. Me dijo que estaba bien, que yo era genial. Me dijo que si no escuchaba, se lo haría a mis otros amigos y compañeros de trabajo. Me odiaba a mí misma. Lo odiaba a él. Odiaba a todos los que me veían pidiendo ayuda a gritos y no hacían nada. Me convertí en una adolescente con problemas de actitud. Casi 15 años después, por fin me estoy recuperando. Estoy en terapia y trabajando en amar a la persona que veo en el espejo y en conocerla. Quiero que la ansiedad desaparezca. Quiero que el trastorno alimentario desaparezca. Quiero que desaparezca el diálogo interno negativo. Quiero estar orgullosa de la mujer en la que me he convertido. No quiero que Nombre y lo que me hizo me persigan más. Quiero allanar el camino para que otros sepan que hay una luz al final del túnel oscuro. No dejar que nadie te quite las alas. Un abejorro se levanta cada día y elige volar aunque físicamente no debería poder hacerlo. Algún día quiero ser ese abejorro. O tal vez ya lo soy, y aún no me he dado cuenta.

  • Informar

  • “Puede resultar muy difícil pedir ayuda cuando estás pasando por un momento difícil. La recuperación es un gran peso que hay que soportar, pero no es necesario que lo lleves tú solo”.

    Cada paso adelante, por pequeño que sea, sigue siendo un paso adelante. Tómate todo el tiempo que necesites para dar esos pasos.

    Mensaje de Sanación
    De un sobreviviente
    🇨🇴

    poder seguir adelante y pasar un poco la pagina

  • Informar

  • Historia
    De un sobreviviente
    🇨🇦

    Name, solo tenía 6 años

    Tenía alrededor de 6 años, cierro los ojos y es cómo si volviera a vivir en carne propia el recuerdo, me acuerdo del ruido de la televisión, el olor del desayuno que estaba comiendo, yo solo estaba viendo caricaturas. El, un hombre de alrededor 50 años me cargó y me acomodó en sus piernas, y deslizó su mano por debajo de mis panties, TENÍA 6 AÑOS y ahí empezó mi historia de abusó sexual, una historia que me hubiese gustado no tener que experimentar. Yo hablé ya que mi mamá siempre me había enseñado a que nadie podía tocar mis partes pero en ese entonces mi mamá no tenía los recursos, vivíamos en casa de una prima (la hija de mi abusador) y nadie me creyó, dijeron que era mi imaginación. Otros sucesos pasaron cometidos por la misma persona, me arrebató mi inocencia y me rompió en pedacitos… pese a que yo hablé la primera vez, las otras veces me quedé callada porque nadie me creyó, nadie me protegió y nadie me escuchó más que mi mamá pero en ese entonces ella estaba luchando con un problema de alcoholismo y toda la familia nos dio la espalda. Después de un tiempo dejé de ver a mi abusador pero a los 8 años me volvió a pasar pero esta vez por el esposo de mi tía (la hermana de mi mamá) ellos han sido casados desde que mi tía tiene 16 años hasta el presente. Fuimos de visita a casa de mi tía, era diciembre entonces mi mamá salió con mi tía a comprar cosas para la navidad, yo, mi hermano y mi primo (hijo de mi tía) nos quedamos al cuidado del esposo de mi tía, el en ese entonces era oficial de la policía. Yo estaba jugando con mi primo y mi hermano cuando él me llamó, él estaba sentado en la mesedora viendo las noticias cuando me sentó en sus piernas y yo inmediatamente me paralice puesto que la última vez que alguien me sentó en sus piernas me manoseo, esta vez fue diferente, solo me acaricio las piernas y yo solo sentí cómo algo duro me rozaba mis glúteos, me paralicé y no sabía que hacer, hasta que tuve la fuerza y me bajé. Nunca hablé de mi segundo abusador y nunca lo he hecho, yo ya no vivo en Colombia pero cuando voy me toca actuar cómo si nada aunque por dentro sienta tantas cosas. Por mucho tiempo reprimí todo lo que me pasó, siempre decía que no me afectó y ahora a mis 22 años me está atormentando. Estoy comprometida con el amor de mi vida, siento que ha sido un regalo que Dios y la vida me dio después de tanto tormento pero hay veces que cuando vamos a tener intimidad y me toca siento una rabia en mi, ese tipo de rabia que te dan ganas de pegarle un puño en la cara a esa persona, y no lo entiendo, el no me ha hecho nada? El solo me ha ayudado y me ha tratado con amor y me ha demostrado lo mucho que me respeta y me ama, siempre quise evadir el tema y reprimirlo, no hablar de ello y pretender cómo que no me afectó pero ya llegué a un punto donde me dan unos ataques de ira que ni yo me reconozco, donde termino lastimándome a mí misma o sacando esa ira en mi prometido, hace unas noches por fin en medio de una ataque de ira donde terminé azotandome la cabeza en la pared solo repetía “no me deja en paz, me persigue, sácalo de mi cabeza” estaba en un estado de crisis y mi prometido solo pudo sujetarme en sus brazos mientras me preguntaba quién me perseguía y fue la primera vez que dije su nombre en voz alta, “Name, el hombre que me violo y me robo mi inocencia no sale de mi cabeza” no podía hablar, las lágrimas y gritos de desesperación eran más que las palabras, en ese momento me di cuenta que no importa cuánto allá crecido aquella niña de 6 años sigue dentro de mi, está enojada, está triste y rota. Mi pareja es abogado entonces el fue quien me habló sobre me too movement, me dijo que me hiciera justicia y lo denunciara pero que si no me sentía lista por miedo que navegara las opciones que me too ofrece y que quizá empezara por contar mi historia, por unos días habría la página y solo me quedaba paralizada, pero hoy me anime, ya no merezco ser prisionera de un dolor que no fue mi culpa aunque por mucho tiempo he sentido que lo es, me siento perdida y no quiero que mi pasado defina mi presente, la vida me está dando oportunidades bonitas pero mi abusó sexual no me deja avanzar, cómo me saco esta rabia que siento por dentro? Porque me volví un ser tan agrio y amargo, porque me enojo por todo? Porque no puedo disfrutar la intimidad con mi pareja si es delicado conmigo? Parece que entre más delicado es más rabia siento por dentro. Me siento muy sola y perdida. Quiero este dolor fuera de mi

  • Informar

  • Historia
    De un sobreviviente
    🇮🇪

    Mi papá - Mi héroe, mi ídolo, mi abusador.......

    Como hija única, no tenía a nadie a quien admirar. Pero siempre admiré a mi papá. Aunque nunca estaba presente por trabajo (aunque mamá trabajaba más que él y aun así encontraba mucho tiempo para mí), lo idolatraba. Era mi héroe. Siempre decía: «Los papás lo saben todo, recuérdalo», así que mentirle (incluso mentiras piadosas) no tenía sentido. Sin embargo, cuando cumplí 13 años, empecé a darme cuenta de que sí lo sabía todo. Sabía de qué hablábamos mis amigos y yo, sabía exactamente dónde estaba y con quién estaba sin siquiera tener que preguntarme, y yo siempre me preguntaba por qué. En realidad, tenía mi teléfono rastreado y podía leer todos mis mensajes. Ahora que he pasado por los tribunales y él ha sido encarcelado por los abusos que me infligió, puedo confirmar que, de hecho, me estaba manipulando sexualmente desde los 13 años. Aproximadamente un mes después de mi 18.º cumpleaños, comenzó el horrible abuso que sufrí durante 7 años y medio. Mi padre, disfrazado de desconocido durante los dos primeros años, me chantajeó para que tuviera relaciones sexuales con hombres desconocidos en nuestra casa, el único lugar donde debería haberme sentido segura. Cuando finalmente me di cuenta de que era él, no podría explicar cómo la situación se convirtió en abuso y violación sin control. Nos anunciaba como pareja en sitios de encuentros casuales y, para evitar las palizas, yo le seguía la corriente. Temía tanto por mi vida que las violaciones y agresiones sexuales interminables eran más fáciles —imagínate que fuera la opción más fácil—, hasta que te metes en una situación así, simplemente no sabes cómo vas a reaccionar. Dejé de salir, dejé mis aficiones y, mientras estaba en la universidad, dejé mi trabajo a tiempo parcial: él controlaba cada aspecto de mi vida. Y si dejo que mi máscara de "todo es color de rosa" se caiga, aunque sea por un segundo, sobre todo delante de mi madre, pues no aguanto ni pensarlo. Por suerte para mí, en cuanto mi madre se enteró, desapareció de mi vida en 30 minutos. Por desgracia, después de eso siguió acosando y abusando de otras. Fue condenado y actualmente cumple condena, pero aún le temo.

  • Informar

  • Historia
    De un sobreviviente
    🇮🇪

    Atrapado en el baño durante 40 años

    Atrapado en el baño. Es posible ser amado. Cuando pasé siglos diciéndole a mi mamá y papá que estaría bien viajar a ciudad para un concierto, pensé que era adulto y espabilado. En realidad, era un joven ingenuo; mis padres accedieron a regañadientes siempre y cuando nos quedáramos con el tío de mi amigo; esto significaría que no tendríamos que viajar de regreso tarde. El concierto fue fantástico; volvimos a su piso y los demás se fueron a la cama. Me quedé despierto charlando con nombre; después de una media hora, comenzó a preguntarme si era virgen y a enseñarme revistas pornográficas. Intenté escaparme e irme a la cama; luego me atacó y me violó. Me encerré en el baño y esperé, pero seguía agitado; quería que durmiera en su cama. No tenía ni idea de que un hombre pudiera hacerle lo que le hizo a otro hombre. Dos semanas después volví a quedarme después de un partido de fútbol; esta vez intenté persuadir a mis padres de que no debía ir, pero no querían que la entrada se desperdiciara; me atacó y me violó de nuevo; finalmente logré encerrarme en el baño. Mentalmente me quedé en ese baño durante los siguientes 40 años, sin decir nada, sin pedir apoyo, 3 matrimonios fallidos, problemas con la bebida, dificultades para ser un buen padre. La primera persona a la que se lo conté después de 40 años fue a mi exesposa, y su respuesta fue: "No puedo amarte, me has violado al mantener esto en secreto". Esto fue devastador y me llevó a un declive a un lugar muy oscuro. Ahora, con el apoyo de mis hijos, mi nueva pareja, un fantástico psiquiatra y un terapeuta de organización de apoyo, me siento mejor y creo que puedo ser amado. Nunca es demasiado tarde para comenzar a sanar.

  • Informar

  • Mensaje de la Comunidad
    🇺🇸

    No tengas miedo de hablar, no significa que seas débil, significa que eres un sobreviviente.

  • Informar

  • Mensaje de Esperanza
    De un sobreviviente
    🇿🇦

    A cualquiera que esté luchando contra la adicción, la ansiedad o la depresión, quiero que sepa que hay esperanza. He pasado por los días más oscuros, donde sentía que el peso del mundo me aplastaba; donde cada paso era una batalla y cada respiración una lucha por mantenerme a flote. Pero estoy aquí para decirles que no tiene por qué ser así para siempre. He luchado con ahínco, durante muchos años, contra adicciones y problemas de salud mental que parecían insuperables. A menudo sentía que nunca escaparía de las garras de esos demonios. Pero en esa lucha, descubrí algo que lo cambió todo: la terapia psicodélica y la medicina vegetal. No fue una solución rápida ni una píldora mágica, pero me dio el espacio para afrontar mi dolor, comprenderlo y sanar de maneras que nunca creí posibles. El proceso de sanación fue complicado e imperfecto, pero me ayudó a reconectar conmigo misma profundamente. Me dio la oportunidad de liberarme de los ciclos que creía inquebrantables. Me permitió ver el mundo y a mí misma con nuevos ojos: una sensación de paz y claridad que no había experimentado en años. El camino no fue fácil, y sigue sin serlo, pero he aprendido que la sanación no es lineal. Hay contratiempos, sí, pero cada día es un paso adelante, y cada pequeño progreso cuenta. Para quien lea esto: No te definen tus dificultades. No estás rota. Hay mucho poder en ti, incluso cuando no puedes verlo. Está bien buscar ayuda. Está bien pedir apoyo. Está bien sentirse insegura. Pero créeme cuando te digo que la sanación es posible. Puede que no sea como lo esperas, y puede que lleve tiempo, pero vale la pena luchar por tu vida. Y eres capaz de encontrar tu camino a través de la oscuridad, como yo lo hice. Nunca te rindas. Hay luz al final del túnel, y no importa cuánto tiempo tardes, llegarás. Sigue adelante. Tú puedes.

  • Informar

  • Historia
    De un sobreviviente
    🇺🇸

    Tienen razón cuando dicen: "el cuerpo lleva la cuenta".

    Mi cuerpo recuerda. Hace seis años, mi hermana mayor me confesó que un familiar la había abusado sexualmente. Desde entonces, me sentí descontrolada y sin cuerpo. Lloraba casi a diario. Tenía ataques de pánico que duraban horas. Me aislé cada vez más y me deprimí cada vez más. Ya no era la misma persona y no entendía por qué. Una amiga me sugirió amablemente que buscara terapia profesional. La terapia no era nueva para mí y ya tenía algo de experiencia de niña y de joven. Pero creo que malinterpreté su propósito. Pensé que la terapia podría finalmente responder a la pregunta que me atormentó toda la vida: ¿qué me pasa? Si lográbamos averiguarlo, mi terapeuta podría curarme. No me di cuenta de que la terapia realmente me ayudaría a descartar esa pregunta y a plantearme una nueva: ¿qué me pasó? Me sentía confundida e incluso avergonzada de que, aunque no tuviera un recuerdo cognitivo de haber sido abusada, mi cuerpo parecía gritarme que algo había sucedido. Creo que cuando mi hermana compartió su experiencia, estas señales en mi cuerpo empezaron a despertar de su letargo. A medida que empecé a procesar todo esto en terapia, las cosas empezaron a tener sentido. Empecé a formar un vocabulario para mis experiencias, como la vergüenza, la adicción, el trauma y la memoria somática. El otoño pasado, empecé a ver a una nueva terapeuta que cambió el rumbo de mi sanación. Cuando le dije que creo que sufrí abuso sexual de niña, me creyó. A diferencia de mis otras terapeutas, no se puso a despotricar sobre cómo los "recuerdos reprimidos" son un mito. No me dijo que "no me preocupara" porque nunca sabríamos qué me había pasado. Mi terapeuta escuchó y reafirmó mis experiencias. Gracias a esto, gané confianza y he compartido con ella cosas que nunca le había contado a nadie. En lugar de decir "nunca lo sabremos, así que sigamos adelante", dice: "Quizás nunca lo sepamos realmente, pero basándome en mi experiencia y en la tuya, es muy probable que te haya pasado algo, así que sigamos hablando de ello". Sentí un peso sofocante al darme cuenta de que alguien me creía. Mi cuerpo ha empezado a sanar de años de ansiedad y depresión severas. He empezado terapia pélvica, algo que pensé que nunca haría por miedo. Estoy más conectada y soy más auténtica con mis amigos que nunca. He empezado a recuperar la sobriedad de las conductas adictivas. Incluso he empezado a recuperar algunos recuerdos de la infancia. Uno de los momentos más cruciales de mi recuperación hasta ahora ocurrió hace apenas unas semanas. Mi hermana y yo solo habíamos hablado de su abuso una vez más en los últimos seis años. Finalmente le dije: "Creo que a mí también me pasó algo". A pesar de todo el miedo y la vergüenza que me impedían decirle esas palabras, me creyó. Hablamos durante más de una hora sobre los comportamientos y patrones abusivos en mi familia. He tenido una relación muy difícil con mi familia; así que estrechar lazos con mi hermana es muy importante. Estoy muy agradecida de haber encontrado una amiga y aliada. Quizás nunca sepa qué me pasó de niña, pero estoy aprendiendo a confiar en mi cuerpo. Poco a poco estoy liberando el trauma que ha estado guardado allí durante tanto tiempo. Y por fin me siento segura de compartir mi historia: Hola, crecí con múltiples depredadores que abusaron de las mujeres de mi familia. Aunque no tengo memoria cognitiva, es muy probable que haya sufrido abuso sexual infantil. El trauma en mi cuerpo es un gran indicador de ese abuso y confío en mi cuerpo. Estoy haciendo todo lo posible por sanar y acabar con el abuso generacional en mi familia. Gracias por escuchar.

  • Informar

  • Historia
    De un sobreviviente
    🇺🇸

    Diez años de infierno

    A los 15 años, dos militares me prepararon y me prometieron ayudarme a ponerme en forma para incorporarme. Me encontré con uno, salimos a caminar para hablarlo y me violó en un bosque. Después, me tomó de la mano y regresó caminando. Me envió un mensaje amablemente diciéndome que quería ser su novia a los 16 y luego me amenazó para que no se lo dijera a nadie. Me sentí perdida y confundida. El segundo militar notó que me comunicaba de forma diferente y me preguntó qué me pasaba. Se lo conté y me preguntó si iba a hacer algo al respecto. Le dije que no porque no estaba segura de lo que había sucedido. Entonces me sugirió que me reuniera con él para hablar y, cuando lo hice, él también me violó, sabiendo que no iría a la policía. Durante nueve meses, el segundo me obligó a quedar con él para violarme repetidamente con amenazas y me hizo enviar videos y fotos hasta que lo trasladaron. Mientras esto sucedía, el primero también me amenazaba para que no me comunicara con él durante una misión en Afganistán. Lo reprimí durante diez años. Vi a varias personas que me maltrataban física y emocionalmente hasta que intenté suicidarme en 2019, diez años después del incidente. Tras una terapia intensa, mucho trabajo para ganar confianza y darme cuenta de que mi violación no me define, estoy aquí, en el trabajo de mis sueños, con el hombre de mis sueños. Solo recuerda que, por muy mal que llegue, por muy difícil que parezca, por mucha esperanza perdida, SIEMPRE hay un futuro mejor por delante.

    Estimado lector, esta historia contiene lenguaje autolesivo que puede resultar molesto o incomodo para algunos.

  • Informar

  • 0

    Miembros

    0

    Vistas

    0

    Reacciones

    0

    Historias leídas

    ¿Necesitas un descanso?

    Hecho con en Raleigh, NC

    Lea nuestras Normas de la comunidad, Política de privacidad y Términos

    ¿Tienes algún comentario? Envíanoslo

    Para obtener ayuda inmediata, visite {{resource}}

    Hecho con en Raleigh, NC

    |

    Lea nuestras Normas de la comunidad, Política de privacidad y Términos

    |

    Publicar un mensaje

    Comparte un mensaje de apoyo con la comunidad.

    Te enviaremos un correo electrónico en cuanto se publique tu mensaje. así como enviar recursos útiles y apoyo.

    Por favor, respete nuestras Normas de la comunidad para ayudarnos a mantener Our Wave un espacio seguro. Todos los mensajes serán revisados ​​y se eliminará la información que los identifique antes de su publicación.

    Haz una pregunta

    Pregunta sobre supervivencia o apoyo a sobrevivientes.

    Te enviaremos un correo electrónico en cuanto tengamos respuesta a tu pregunta, además de recursos útiles y apoyo.

    ¿Cómo podemos ayudarte?

    Indícanos por qué denuncias este contenido. Nuestro equipo de moderación revisará tu informe en breve.

    Violencia, odio o explotación

    Amenazas, lenguaje de odio o coerción sexual

    Acoso o contacto no deseado

    Acoso, intimidación o mensajes no deseados persistentes

    Estafa, fraude o suplantación de identidad

    Solicitudes engañosas o hacerse pasar por otra persona

    Información falsa

    Afirmaciones engañosas o desinformación deliberada

    Comparte tus Comentarios

    Cuéntanos qué funciona (y qué no) para que podamos seguir mejorando.

    Iniciar sesión

    Ingresa el correo electrónico que usaste para enviar tu solicitud a Our Wave y te enviaremos un enlace para acceder a tu perfil.

    Actividad de puesta a tierra

    Encuentra un lugar cómodo para sentarte. Cierra los ojos suavemente y respira profundamente un par de veces: inhala por la nariz (cuenta hasta 3), exhala por la boca (cuenta hasta 3). Ahora abre los ojos y mira a tu alrededor. Nombra lo siguiente en voz alta:

    5 – cosas que puedes ver (puedes mirar dentro de la habitación y por la ventana)

    4 – cosas que puedes sentir (¿qué hay frente a ti que puedas tocar?)

    3 – cosas que puedes oír

    2 – cosas que puedes oler

    1 – cosa que te gusta de ti mismo.

    Respira hondo para terminar.

    Desde donde estás sentado, busca objetos con textura o que sean bonitos o interesantes.

    Sostén un objeto en la mano y concéntrate completamente en él. Observa dónde caen las sombras en algunas partes o quizás dónde se forman formas dentro del objeto. Siente lo pesado o ligero que es en la mano y cómo se siente la textura de la superficie bajo los dedos (esto también se puede hacer con una mascota, si tienes una).

    Respira hondo para terminar.

    Hazte las siguientes preguntas y respóndelas en voz alta:

    1. ¿Dónde estoy?

    2. ¿Qué día de la semana es hoy?

    3. ¿Qué fecha es hoy?

    4. ¿En qué mes estamos?

    5. ¿En qué año estamos?

    6. ¿Cuántos años tengo?

    7. ¿En qué estación estamos?

    Respira hondo para terminar.

    Coloca la palma de la mano derecha sobre el hombro izquierdo. Coloca la palma de la mano izquierda sobre el hombro derecho. Elige una frase que te fortalezca. Por ejemplo: "Soy poderoso". Di la oración en voz alta primero y da una palmadita con la mano derecha en el hombro izquierdo, luego con la mano izquierda en el hombro derecho.

    Alterna las palmaditas. Da diez palmaditas en total, cinco de cada lado, repitiendo cada vez las oraciones en voz alta.

    Respira hondo para terminar.

    Cruza los brazos frente a ti y llévalos hacia el pecho. Con la mano derecha, sujeta el brazo izquierdo. Con la mano izquierda, sujeta el brazo derecho. Aprieta suavemente y lleva los brazos hacia adentro. Mantén la presión un rato, buscando la intensidad adecuada para ti en ese momento. Mantén la tensión y suelta. Luego, vuelve a apretar un rato y suelta. Mantén la presión un momento.

    Respira hondo para terminar.