Nunca más podrán hacerme daño.

La primera vez que recuerdo haber sido abusada creo que tenía 7 años. Mi primer abusador fue mi padre. Me agredió sexualmente mientras fingía estar dormida. Se lo conté a mi hermano menor, quien se lo contó a mi madre. Mi madre me obligó a contarle lo que pasó y nadie volvió a hablar de ello. No vi a mi padre durante 7 años. No fue hasta que falleció que descubrí que abusó sexualmente de mi hermanastra la mayor parte de su vida. Hasta que supe que abusaba de otra persona, pensé que había hecho algo para que me hiciera lo que me hizo. Era temprano en la mañana, tal vez mis estiramientos hicieron que se subiera encima de mí. Ahora parece ridículo, pero en la mente de una niña de 7 años tenía sentido para mí. Como adulta, me entristece que esa niña crea que hizo algo para provocarlo. Mi siguiente abusador fue mi tío. No recuerdo cuántos años tenía, posiblemente menos de 7, pero no puedo recordarlo. Recuerdo estar en casa de mi abuela y mis tíos nos llevaban a dar paseos en moto por el bosque. En mi primer paseo, uno de mis tíos decidió meter las manos en mis pantalones y jugar con mi vagina, pero nunca llegó a meter los dedos del todo. Recuerdo que me sentí bien. No tenía miedo; de hecho, quería seguir con él en los paseos en moto. En el siguiente paseo, esperé hasta el mismo lugar donde él me desabrochó los pantalones por primera vez y, en lugar de que él lo hiciera, me los desabroché yo. No sé cómo sentirme al respecto, pero ahora mismo siento vergüenza por esa niña tan desesperada por amor y atención. Se lo conté a mi madre y ella dijo: "Oh, solo estaba experimentando" o algo así... algo así como, "los chicos son chicos". Recuerdo que me dolió la respuesta de mi madre y me sentí completamente sola. No creo haber vuelto a ser la misma. Me convertí en una niña muy enojada. Tanto es así que mi madre no creyó necesario decirle a un hombre 11 años mayor que yo que me dejara en paz después de que me hiciera saber que estaba enamorado de mí. Era su camello, así que seguía viniendo a casa y vivía a una manzana de distancia, pero vivíamos en el campo, a unos 500 metros o menos. Me faltaban 10 años para decirle a un hombre adulto que me dejara en paz mientras él me decía: "Me quieres, solo que aún no lo sabes". ¡¿Qué demonios le pasa a la gente?! El segundo marido de mi madre también era un hombre terrible. No recuerdo mucho de él, pero recuerdo haber pasado miedo todo ese tiempo. Tenía 4 años y recuerdo haberlo visto tirar a mi madre al otro lado de la habitación, golpeándose la cabeza contra un radiador y empezando a sangrar. En otra ocasión, recuerdo que me arrastraron del pelo porque había hecho ruido sin querer arriba. Usó un cinturón contra nosotros, pero no recuerdo que me golpeara. Solo recuerdo que lo soltó y se escondió. De adulta, antes de que comenzara mi proceso de sanación, sufrí acoso sexual en el trabajo. Finalmente hablé con mi supervisor, pero el hombre insistió. Nunca más volví a hablar porque, claramente, ese tipo no iba a ir a ninguna parte, ¡y qué más podía decir o hacer para que parara! Otros jefes se aprovecharon de su posición de poder. Tuve sexo con dos hombres que tenían voz y voto en mi decisión de conservar mi trabajo. Tenía miedo de que si rechazaba sus insinuaciones, ya no tendría un puesto en el equipo. Me sentí impotente. Sin embargo, todo esto... podría haber sido mucho peor. Muchísimo peor. He oído historias peores, pero esta es la mía. Que se jodan las personas que vienen a este mundo a lastimar a los demás. Que se jodan. Nunca volverán a lastimarme.