Viendo estrellas

El día que descubrí que mi pareja de toda la vida me engañaba (hace como un año y medio), nos peleamos muchísimo. Se fueron y bebí hasta quedarme dormida. Salieron a caminar, luego a la licorería y de vuelta a nuestro apartamento, donde vieron a un hombre subiendo mi cuerpo inconsciente a su camioneta. Había entrado a la fuerza. Lo detuvieron y luego, junto con él, me llevaron de vuelta al apartamento. Me dejaron con el hombre que procedió a agredirme física y sexualmente de forma brutal. Cuando desperté en el hospital varios días después, no reconocí mi rostro. Y sigo sin reconocerme del todo a mí misma. Me arrebataron algo y ya no soy tan alegre, íntima, confiada ni optimista. Ya no siento interés ni atracción (o, me temo, amor) por los demás. Me gustaría sanar y seguir adelante, pero simplemente no sé cómo recuperarme. Estoy muy enojada todo el tiempo. No ha pasado ni un día desde entonces. Estoy más enojada con mi expareja que con el hombre que cometió la violencia. Habíamos compartido tantos recuerdos, tanto amor, y sentía que me protegerían. Una parte de mí se pregunta si lo hicieron porque rompí con ellos o si aceptaron dinero a cambio, ya que mudarme de nuestro apartamento después de la ruptura era inevitable. Viene en oleadas. Hay días en los que me siento momentáneamente alegre y llena de vida, y días en los que me siento llena de tristeza. Tengo un grupo fuerte de amigos y un techo sobre mi cabeza. En mi nuevo hogar, pude amueblar y decorar mi habitación por primera vez en mi vida. He sentido una mayor independencia y he llegado a un punto en el que me siento cómoda sola en casa. Salir es más difícil. La policía nunca atrapó al agresor, y desconfío de todos los hombres: del que me piropea, del del bar, del vecino. Me gustaría empezar a hacer ejercicio, tal vez kickboxing. Estoy pensando en probar una terapia más intensa centrada en el trauma. He estado escribiendo. Hace aproximadamente un mes, fui a una clínica de estabilización. La enfermera dijo que no tendría ningún camillero a mi cargo. Lloré. No me imaginaba el alivio que sentiría. Sigo buscando ese alivio y esa sensación de seguridad. Algún día, algún día.