¿Cómo puedo aprender a gestionar la ira, la frustración y la agresión que siento?

Muchas gracias por esta pregunta. Después de sufrir un trauma o una situación de violencia, podemos experimentar una multitud de sentimientos, muchos de los cuales pueden implicar ira o frustración. Podemos sentirnos enojados por lo que nos pasó, porque la vida no es justa y el mundo no es seguro. También podemos sentirnos enojados con nuestro agresor o con las personas o los sistemas en nuestra vida que no nos apoyaron como merecíamos. Debes saber que sentir ira es saludable, normal y aceptable. Tienes derecho a estar enojado. Sin embargo, lo que hagas con esa ira es algo que puedes aprender a manejar.

La primera forma de manejar sentimientos fuertes como la ira es entender las señales de advertencia que te indican cuándo puede aparecer de repente. La próxima vez que te sientas enojado, observa qué cambios físicos se producen en tu cuerpo. ¿Te empiezan a sudar las manos? ¿Se te nubla la vista? ¿Se te acelera el corazón? Una vez que descubras qué le sucede físicamente a tu cuerpo, podrás pensar qué puedes hacer para contrarrestar esa sensación. Si empiezas a sudar, salpícate un poco de agua fría en la cara o sostén algunos cubitos de hielo. Si se te acelera el corazón, cierra los ojos y respira profundamente para disminuirlo. Al controlar las manifestaciones físicas de la ira, podemos controlar mejor nuestras reacciones externas a ella.
Otra cosa que puedes hacer es ser tu propio científico y descubrir qué es lo que te funciona para controlar la ira cuando surge en la vida diaria. Haz una lista de actividades que puedes hacer para “mover energía” cuando la ira te hace sentir inquieto. Haz otra lista de actividades que puedes hacer para “apaciguar la energía” para calmarte y cuidarte después. Haz una lista final de actividades que puedes hacer para distraerte de la energía de la ira cuando no estás en un espacio donde puedas procesarla. Esto puede ayudarte a crear un plan para ti con anticipación, para ayudarte a sentirte más capaz de controlar estos sentimientos en el momento.

Reconoce que la ira es un sentimiento y no siempre tiene que ser algo que deba ser abordado en el momento. Si algo te enoja, puede ser conveniente darte un espacio para calmarte antes de abordarlo, para asegurarte de no hacer ni decir nada de lo que te arrepientas. Puede ser difícil de escuchar, pero debes saber que, aunque hayas experimentado un trauma, eso no te da derecho a ser agresivo o dañar a alguien más. No fuimos responsables de lo que nos sucedió, pero somos responsables de nuestra propia curación y de romper el ciclo. No es fácil, pero puedes hacerlo. Estamos aquí para ayudarte.