Mantente fuerte

Soy una sobreviviente. Desafortunadamente, mi historia es como la de muchas otras. En 2019, fui agredida sexualmente por alguien a quien conocía, en quien confiaba y, en algún momento, amé. Me acababa de mudar a una nueva ciudad para cursar un posgrado en criminología. Él estaba en la ciudad para un concierto con amigos y yo estaba emocionada de mostrarle mi nueva vida, mi nuevo apartamento y mis nuevos amigos. Más tarde esa noche, la intimidad fue diferente, las cosas se intensificaron rápidamente y cuando le dije que esto no estaba bien y que necesitaba parar, bueno, ahí comenzó mi historia de supervivencia. Pero lo logré, conduje hasta urgencias al día siguiente y quisiera poder decir que recuerdo los días y semanas posteriores, pero no es así. Una parte de mí murió esa noche y algunos días me preocupa no poder recuperarla. Tenía tanto miedo de que ir a la policía arruinara mis esperanzas de una carrera en justicia penal, que hice todo lo posible por seguir adelante con mi vida. Decidí centrar mi formación en sobrevivientes de violencia, conseguí una pasantía con sobrevivientes de violencia doméstica y comencé mi carrera investigando la respuesta policial a la violencia de pareja. Tres años después, les escribo desde mi nueva oficina, en una nueva ciudad, como defensora de sobrevivientes de agresión sexual. Ayudando a otras personas como yo, siendo ese apoyo que tanto necesitaba cuando creía estar sola. No somos lo que nos pasó, no somos solo una estadística más, no estamos solas en esto. Espero que mi experiencia me ayude a ser lo mejor para los demás, porque me niego a dejar que lo que él hizo dicte el resto de mi vida.