Nombre Sobreviviré a esto.

Crecí en un barrio pobre de Ciudad llamado Comunidad. Mi madre era madre soltera de 12 hijos, 10 de ellos varones y 2 mujeres. La primera vez que abusó sexualmente de mí fue a los 7 años por un adolescente que vivía frente a nosotros. No lo denuncié porque me daba vergüenza, sino que lo evitaba a él y a su familia a toda costa. Esa experiencia me estigmatizó y me impuso la obligación de alejarme de los hombres cuando estaba sola. Durante mi adolescencia, busqué el amor como cualquier otra chica, y así conocí a mi pesadilla, Nombre. Él me preparó y, sin darme cuenta, ya estaba de mochilera vendiendo mi cuerpo para que me amara. Suena estúpido, pero sucedió. Estaba tan enamorada de él que se metió con otra chica y nos enfrentó, lo cual se volvió mortal. Peleamos y ella terminó con un disparo en la pierna. Falleció desangrándose por la arteria femoral. Me arrestaron y me acusaron de asesinato. Mientras esperaba el juicio, me pusieron en aislamiento administrativo, donde un Nombre del oficial empezó a traerme comida para ganarse mi confianza y luego empezó a violarme analmente con violencia. Hoy vivo con tanto trauma que no sé por dónde empezar a sanar. Siempre estoy deprimida y, en cuanto sonrío, los recuerdos de mi pasado me borran la sonrisa de la cara. Soy miserable, pero me levanto cada día e intento seguir adelante.