No es tu culpa

Estaba en un autobús lleno en Roma con mi amigo cuando el autobús se detuvo y las puertas se abrieron. Estaba tan lleno que no cabía nadie más. Pero justo cuando lo pensé, un hombre de unos 50 años se subió. Más bien, se impulsó. Me giré para mirarlo, me sonrió y yo sonreí a través de la mascarilla. Parecía simpático. Mientras el autobús aceleraba bruscamente, todos los que estábamos en él nos balanceábamos, intentando mantener el equilibrio, ya que no había nada a lo que agarrarnos. De repente, el hombre empezó a empujarme. "¿Adónde intenta ir?", pensé. "No hay otro sitio donde pararse". Empujó hasta que estuvo justo detrás de mí. Raro, pero quizá solo intentaba agarrarse al reposabrazos. Podía sentir su pecho contra mí, además de su entrepierna. ¿Por qué me empuja? Estamos todos tan apretados. De repente, lo sentí apretándose contra mí. ¿Me lo estoy imaginando? Quería que fuera el hecho de que el autobús nos hacía dar tumbos a todos, pero sabía que no era así. De repente sentí una mano tocándome el trasero. ¿Es suya?, pensé. ¿Sabe que me está tocando? Me moví un poco hacia adelante, pero la espalda de mi amigo estaba justo frente a mí, así que no podía moverme mucho. La mano se abrió paso hasta mi costado, tocándome el muslo. Definitivamente sabe que está ahí. Me giré para mirarlo, pero sus ojos vagaban por el autobús. Su mano está en mi cintura ahora. Salté hacia adelante murmurando las palabras "qué carajo" en voz baja. Mi amigo se giró riéndose de mí, pensando que me refería a lo lleno que estaba este viaje en autobús. Pude sentir su mano de nuevo. Dio un paso adelante colocando su mano en mi cintura de nuevo, esta vez con más fuerza. Retiré su mano de mi cintura. Dos segundos después, su mano está sobre mí y me está subiendo el vestido. Puse mi mano sobre la suya para bajármela. Nadie parece verme forcejear. Todos estamos tan cerca, pero ¿nadie está viendo esto? ¿Cómo es que nadie ve esto? Su mano se aparta de la mía mientras me agarra la vagina. Salgo de golpe hacia adelante esta vez, no solo empujando a mi amiga, sino a todos a mi alrededor. Todos me miran molestos por empujarlos. Miro a mi amiga y le digo que nos bajamos en la siguiente parada. Ella no lo cuestiona. En cuanto se abren las puertas del autobús, salgo corriendo. Le cuento a mi amiga lo que pasó en cuanto bajamos. "Chica, ¿por qué no te diste la vuelta y le pegaste?" No lo sé. ¿Por qué no lo hice? ¿Por qué no dije nada? "Fue el viaje en autobús de 10 minutos más largo de mi vida", dice. ¿Estuvimos en el autobús 10 minutos? ¿Eso duró 10 minutos? Tenía 10 minutos para hacer algo y no lo hice. Pasamos el resto del viaje disfrutando del paisaje. Pero aún podía sentirlo sobre mí.