Me pasó a mí

Haría lo que fuera para que no fuera real, pero lo es. Y empiezo a pensar que es más común de lo que queremos admitir. Pero es hora de ser valientes y reconocer estas duras verdades por mucho que duelan. Porque merecemos sanar y, más aún, merecemos un mundo que vea y reconozca estos horrores por lo que son. La naturaleza del trauma que conlleva vivir algo tan repugnante es que el cerebro tiende a bloquear muchas cosas para protegerse. Así de devastador es el abuso sexual infantil. No recuerdo exactamente cuándo era joven, pero era JOVEN, tan joven que todos se negaron a creerme a pesar de que todas las señales estaban ahí. Hablo de 5 o 6 años, así que eso habría hecho que mi hermano menor, el agresor, tuviera tan solo 4 años. ¿Será porque era más pequeño que mi padre simplemente lo ignoraba cuando veía a mi hermano inmovilizándome en el jardín y frotándose contra mí? Todos estuvimos allí para presenciarlo, pero soy la única que lleva las cicatrices. ¿Qué crees que pasa cuando un niño pequeño ve que puede salirse con la suya? Claro que la cosa se intensificó. Y nadie hizo nada cuando encontraron mi ropa interior ensangrentada, aunque pasarían 7 años más antes de que tuviera mi primera regla. Mi madre me gritó al verla... ¿Por qué? Yo no la hice así, ¿por qué estoy en problemas yo y no tu hijo, que te sigo diciendo que me lastima cuando se acuesta encima? Pero según ella, tenía que haber sido algo más, una condición médica o una anomalía, y desde luego no lo que hacía su propio hijo. La pobre tenía que pensar en algo que la incomodaba, mientras yo tenía que seguir viviendo con esa "incomodidad", siendo manoseada, abusada y penetrada por ella durante la siguiente década. Sí, los niños pueden abusar de otros niños, sin duda, incluso a edades que te parecen terriblemente jóvenes. Si te horroriza darte cuenta, imagina lo horroroso que es que te haya pasado. Y no, no hablo con ese "padre", ni con ese "hermano", y mucho menos con la "madre" que insistió en ser la mayor víctima de esta historia de terror por tener que pensar en ello. Ojalá le importara lo que su propia hija y todos los demás supervivientes debemos pensar. Cuenta tu historia tantas veces como sea necesario y no entretengas a quienes hacen todo lo posible por no darte el apoyo incondicional que mereces. Lo digo en serio. Si lees esto y te llevas algo, por favor, tómalo.