#55

Esto pasó cuando tenía 22 años. Conocí a un chico de la universidad: guapo, encantador, seguro de sí mismo, inteligente. Le apasionaba la literatura e incluso había publicado un libro de poesía. En fin, salimos dos meses y durante ese tiempo me violó dos veces, me coaccionó sexualmente la mayoría de las veces que teníamos intimidad, me puso los cuernos y tuvo comportamientos que no entendí bien en ese momento; ahora creo que tiene trastorno narcisista de la personalidad. La primera vez que me violó, no quiso usar condón y yo rechacé la idea. Insistió y yo seguí negándome. Así que se metió a la fuerza. Lo obligué a parar y a ponerse un condón, sin entender lo que acababa de pasar. Al final rompimos porque se mudaba, pero nos vimos en esta nueva ciudad y volvimos. Todo parecía ir bien: me dije que me quería, nos tomamos de la mano como dos tortolitos. Pero esa misma noche, se quitó el condón sin que yo lo supiera ni diera mi consentimiento. Me di cuenta cuando lo puso a mi lado. Lo que pasó después todavía no lo recuerdo bien. Recuerdo estar en el baño sangrando y llorando (él dijo que el sangrado era normal mientras fumaba un cigarrillo, despreocupado). Recuerdo llegar al hotel en taxi, pero no recuerdo haber salido de su casa ni haber tomado uno. Sangré durante cinco días después de eso. Me llevó varios meses darme cuenta de que había estado en una relación abusiva, tanto sexual como psicológicamente. Me llevó años recuperarme, salir de una depresión grave y de pensamientos suicidas, que pude ocultar a todos en mi vida. Mi pasión por la lectura desde que era niña se desvaneció de repente; no soportaba mirarme en el espejo. Me odiaba y no quería estar más en mi cuerpo. Han pasado cinco años y sé que no tengo la culpa de lo que pasó, pero todavía me avergüenza no haberme dado cuenta de que me habían violado y haberme quedado, una y otra vez. Ahora estoy encontrando el coraje para ir a terapia: sé que me sentiré más ligera por el secreto que he estado cargando. Todos merecemos a alguien que nos escuche sin juzgarnos.