Nunca supe con certeza si lo que viví fue abuso sexual infantil. Mi amiga de la infancia me pedía tener relaciones sexuales con ella; me lo pidió varias veces y, una vez que me presionaba, se ponía encima de mí, se restregaba contra mí y me preguntaba: "¿No se siente bien?". También veía películas para adultos y me decía que deberíamos verlas "por la escena de sexo". Teníamos la misma edad y seguimos siendo amigas durante toda la escuela hasta que se mudó. Nunca se lo conté a nadie hasta que empecé a salir con mi primer novio.

Lo que describes suena muy confuso, y es totalmente comprensible que no hayas sabido interpretar estas experiencias. Parece que esto te ha preocupado durante mucho tiempo, y el hecho de que hagas esta pregunta demuestra que estás intentando procesar algo que te ha marcado.

La curiosidad y la exploración sexual entre niños de edades similares es una parte normal del crecimiento, incluyendo la exploración entre niños del mismo sexo. Muchos niños sienten curiosidad natural por el cuerpo y por lo que les produce placer físico. La exploración entre personas del mismo sexo (disculpen, asumo su género basándome en el contexto de la pregunta) durante la infancia no implica nada definitivo sobre la sexualidad de una persona, y es una experiencia que muchas personas tienen como parte del desarrollo normal. Lo que puede hacer que las experiencias sexuales infantiles se sientan dañinas o incómodas es cuando un niño presiona repetidamente al otro, cuando las peticiones continúan después de que alguien parece dudar o no estar seguro, o cuando la experiencia no se siente mutua ni deseada. Cuando las conductas sexuales entre niños implican que un niño se sienta coaccionado, incapaz de establecer límites o incómodo, puede considerarse abuso sexual infantil , incluso si ambos niños tienen la misma edad.

A veces, las personas cargan con una vergüenza o confusión adicionales cuando experiencias infantiles dañinas también involucraron contacto con otra persona del mismo sexo. Es importante separar estas dos cosas, si es posible. Lo que importa es cómo ocurrió la experiencia y cómo te hizo sentir. Si te sentiste presionada o incómoda, eso se debe a la presión y a la falta de consentimiento, no al hecho de que involucrara a otra chica.

Es comprensible que estos recuerdos sigan siendo confusos, sobre todo porque mantuviste la amistad con ella durante años. Muchas personas en situaciones similares se sienten divididas porque la persona y la relación les dejaron tanto buenos recuerdos como momentos incómodos. Lo importante es recordar que nada de esto fue tu culpa. Que estos encuentros te hayan dejado una sensación de inquietud es muy importante, y tanto lo que sentiste entonces como cómo te afecta ahora son válidos.

Tú decides qué significa esta experiencia para ti y qué lenguaje, si es que alguno, te parece adecuado para describirla. Algunas personas encuentran consuelo al ponerle nombre a sus experiencias, mientras que otras prefieren simplemente reconocer que algo sucedió que les afectó. No hay una manera correcta o incorrecta de entender tu propia historia. Incluso sin una etiqueta formal, tus sentimientos son válidos y no estás solo/a al reflexionar sobre experiencias como esta. Puede ser útil hablar con alguien capacitado en estos temas, como una línea de apoyo o un terapeuta especializado en trauma, para que puedas explorar tus sentimientos de forma segura y a tu propio ritmo. Buscar comprensión es un paso importante y mereces el apoyo de personas que respeten lo que viviste y te ayuden a seguir adelante con autocompasión y aceptación.