Casado seis veces

Me casé seis veces, aún intento reparar la relación con mis hijos y nunca tengo la confianza suficiente para triunfar en mi carrera. Así es vivir en un estado de lucha o huida toda la vida. No recuerdo grandes partes de mi infancia, no quiero. Nunca tuve conexiones profundas con nadie, ni siquiera con mis propios hijos. Buscando y nunca encontrando. Escondiéndome y nadie buscándome. Intentando arreglar a todos a mi alrededor para no tener que mirar dentro de mi propia alma rota. Evitando, siempre huyendo cuando se vuelve demasiado real. Miedo de mirarme al espejo, por temor a juzgarme demasiado severamente. Leyendo, observando, aprendiendo, mirando desde afuera hacia adentro, pero nunca participando de forma real. Dejando que las olas me inunden, flotando sin rumbo. Ahora insensible al frío, al calor, al hambre, al amor. La enfermedad autoinmune y la ansiedad son mis compañeras constantes. Si no puedo ser un gran modelo a seguir, si no soy el ejemplo brillante del éxito, permíteme al menos servirte de advertencia. Empieza un tratamiento para traumas ahora, antes de que tu vida no sea más que un montón de tristes arrepentimientos.