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TW: CSA El comienzo… Empezó cuando tenía 11 años. Mi madre nos dejó después de engañar a mi padre con el padre de mi mejor amiga. Simplemente me dejó. Tenía tanto miedo y estaba tan sola. Lloraba todas las noches. Y una noche, él se cansó de oírlo. Recuerdo cada momento hasta que estuvo encima de mí y luego dentro de mí. Todo se volvió oscuro. Y entonces me desperté con el sol de la mañana, mi camisón en el suelo junto a mi ropa interior. Mis sábanas de flores mojadas y ensangrentadas. Mi cerebro no entendía qué había pasado. Solo que estaba sola y asustada. En una sola noche, pasé de tener un padre a ser su esposa suplente. No podía entender qué estaba pasando, pero mi vida empezó a desmoronarse. Mi madre intentó suicidarse. Las visitas nocturnas se hicieron más frecuentes. Mi único consuelo era ir a la escuela y luego a casa de mi niñera. Tenía un nieto más o menos de mi edad. Había ido allí desde pequeña, así que, en cierto modo, crecimos juntas. Pero crecimos y nos desarrollamos, y de repente él sintió mucha curiosidad e interés por conocer mi cuerpo. Desde entonces, supe que mi cuerpo nunca me pertenecería... Este es solo el comienzo de mi historia. Apenas arañando la superficie. Para ser honesta, cuanto mayor me hacía, peor se volvía el abuso. Nadie lo detuvo, pero conocí a algunos ángeles que me enseñaron el amor y la bondad en el camino. Son la pequeña esperanza a la que me aferro, pero, para ser honesta, la mayoría de los días me siento increíblemente sola y rota. Ser una sobreviviente de incesto y abuso sexual infantil es complicado y doloroso, a cada momento de cada día. Espero que al compartir mi historia pueda sentirme menos sola y ayudar a alguien más a sentirse menos sola en el camino.