Alguien de mi mismo género me agredió sexualmente y ahora me identifico como LGBTQ+, ¿esto significa que mi experiencia me hizo gay?

El abuso puede alterar nuestro sentido de identidad, las relaciones que tenemos y cómo nos sentimos respecto de nuestra sexualidad, en particular cuando la persona que nos hizo daño es del mismo sexo. A pesar de esto, si bien tus preferencias sexuales pueden verse influenciadas por tus experiencias traumáticas, el hecho de que alguien del mismo sexo te haya hecho daño no puede “convertirte” en gay, bisexual o transgénero. El abuso interrumpe nuestro desarrollo natural y la comprensión de nosotros mismos. Por lo tanto, no es raro sentirse confundido acerca del sexo y la sexualidad después de sufrir un daño sexual.

Es importante señalar que existen buenas razones para esta confusión más allá de la experiencia de supervivencia. Lamentablemente, las investigaciones han demostrado que los jóvenes LGBTQ+ tienen más probabilidades que sus pares heterosexuales que no se identifican con su género de sufrir abuso infantil. Sin embargo, esto se suele atribuir al hecho de que ser parte de un grupo marginado en general hace que uno tenga más probabilidades de ser el blanco de individuos depredadores. Esto no significa que estas experiencias te “cambien” de heterosexual a gay, o de cisgénero a transgénero.

Laura McGuire, sexóloga certificada, académica y experta en la materia, afirma: “ El abuso no puede convertirte en algo que no naciste para ser. Sí, el abuso confunde todo y puede hacernos cuestionar quiénes somos y qué queremos, pero no cambia la esencia de quiénes somos. Ser LGBTQ+ es tan natural, normal y saludable como ser cisgénero y heterosexual. Vive tu verdad, lucha para superar los prejuicios del mundo y ayuda a seguir educando a tus colegas y pares para que este mito pueda erradicarse de una vez por todas”.