A menudo me siento una carga para los demás y desearía desaparecer. Mi trauma ocurrió hace mucho tiempo y duró mucho tiempo, así que ahora lo siento normal. Sin embargo, sigo encontrándome con la persona que me lastimó con frecuencia, y cada vez siento que reabro una herida. ¿No debería haberlo superado ya? ¿Cómo empiezo a sanar?

Gracias por compartir tus sentimientos tan profundos. Quiero empezar diciendo que se necesita una fuerza inmensa para identificar el dolor que llevas dentro, y me honra que nos hayas confiado tu historia. Lo que estás experimentando, todo, tiene mucho sentido, y no eres la única persona que se siente así.

No hay un plazo para la recuperación del trauma, y casi todos los sobrevivientes se preguntan: "¿No debería haber superado esto ya?". Lo cierto es que la sanación no es lineal, y el impacto de la violencia sexual no tiene fecha de caducidad, especialmente cuando se repite a lo largo del tiempo. Tus sentimientos son válidos, tu tiempo es tuyo, y no hay una forma "correcta" de procesar lo vivido.

Cuando la violencia sexual ocurre durante un período prolongado, puede arraigarse profundamente en el funcionamiento de nuestro sistema nervioso y en nuestra comprensión de nosotros mismos. Tu cerebro se adaptó para sobrevivir a esas experiencias, por lo que pueden parecer "normales" aunque te causaron un daño profundo. Esta adaptación fue, en realidad, la forma en que tu mente te protegió, aunque sé que puede que ahora no te parezca tan protectora.

Ver a la persona que te lastimó con frecuencia añade una dimensión increíblemente dolorosa a tu proceso de sanación. Cada encuentro puede activar tu respuesta al trauma y hacer que todos esos sentimientos regresen como si el daño hubiera ocurrido ayer. Esto no significa que no estés sanando. Es tu sistema nervioso intentando protegerte. Tu cuerpo lo recuerda, y eso no es algo que puedas simplemente eliminar.

Esos sentimientos de ser una carga o de querer desaparecer son respuestas al trauma que muchos sobrevivientes arrastran. A menudo surgen de la vergüenza y la culpa que el trauma puede generar, pero necesito que lo entiendas claramente: no eres una carga. Eres un ser humano que ha sobrevivido a algo inimaginable y mereces amor, apoyo y espacio para sanar. La voz que te dice lo contrario es la voz del trauma, no la verdad.

Si tiene pensamientos de desaparecer o hacerse daño, sepa que hay apoyo disponible ahora mismo. Puede llamar o enviar un mensaje de texto al 988 para comunicarse con la Línea de Ayuda para Casos de Suicidio y Crisis , donde hay consejeros capacitados disponibles las 24 horas, los 7 días de la semana para escucharle y ayudarle. Para obtener apoyo específico relacionado con la violencia sexual, la Línea Nacional de Atención a la Agresión Sexual, al 1-800-656-4673, ofrece apoyo gratuito y confidencial las 24 horas y puede conectarle con recursos locales.

Sanar es posible, incluso cuando parece imposible. A menudo comienza por encontrar espacios seguros y personas que realmente comprendan el trauma. Un terapeuta especializado en trauma y violencia sexual puede ayudarte a procesar estas experiencias a tu propio ritmo y a desarrollar herramientas para gestionar los momentos difíciles. Muchos sobrevivientes encuentran especialmente útiles enfoques como la EMDR , la terapia somática o la terapia cognitivo-conductual centrada en el trauma para abordar cómo el trauma se manifiesta tanto en la mente como en el cuerpo.

Ya has dado un gran paso al pedir ayuda y preguntar cómo sanar. Ese coraje vive en ti, incluso en los días más difíciles, cuando te sientes pequeño y roto. Sanar no se trata de olvidar o "superar" lo sucedido; se trata de aprender a sobrellevar tus experiencias de una manera que te permita vivir de nuevo con plenitud y autenticidad. Mereces apoyo, paciencia y todo el tiempo que necesites para recuperar tu seguridad y tu autoestima. Gracias de nuevo por confiar en nosotros. No estás solo.